Las posibilidades de la red para transmitir información son, sin duda fascinantes y en un campo que se basa en la "desigualdad" en la información como es el de la sanidad el manejo de la misma resulta vital.
Creo que cada vez está menos justificado, para mi, hacer entradas en el blog que no contengan una aportación original o una perspectiva diferente y razonada de lo que ya escriben otr@s. Creo que los blogs van a quedar como herramientas que comunican pero sobre temas concretos y con conversaciones sosegadas limitadas a ese tema en cuestión, interesantes sin duda e incluso perdurables en si mismas, pero siempre con una mezcla de aportación personal y enlaces a fuentes de interés, casí un nuevo tipo de documento o una versión web de los "artículos de revisión".
Este campo trae un avance impredecible y requiere estar con los ojos abiertos a los que se va haciendo por ahí pues en alguna de esas expresiones estará la tendencia del futuro. Yo tengo twitter personal hace relativamente poco y mi twitter profesional está sin estrenar (1 seguidor que soy yo mismo) pero veo en esto tantas posibilidades como ve la industria.
La información en estos medios se ve potenciada por el aspecto limitativo del número de caracteres que se pueden escribir y por su accesibilidad universal (vía moviles) lo que permite llegar y recibir respuestas y reenvios desde casi cualquier situación.
Así pues,
la presencia del movil en el medio sanitario va a ser imparable, el movil con internet e, incluso,
el iPad (
o lo que se le parezca pero no sea taaaan específico/caro) en lugares insospechados o no tanto...
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Cirujano japones usando sucedaneo de ipad en quirófano. |
Nuevas reglas marcarán las actuaciones de los profesionales con estos recursos y nuevamente deberá estar alerta la autoridad sanitaria a revisar y conducir su uso por los profesionales y los pacientes (y entre ellos) para que se haga con los objetivos de beneficio público... de momento, la industria ya sabe bien por donde va y
observa y sigue a los usuarios recabando información de sus opiniones e integrando rápidamente estas herramientas en su esquema de funcionamiento.
No se debe dejar en el camino a otras tecnologías más sencillas, pero también más efectivas, como
el mensaje corto de texto que tiene ya muchas utilidades en la comunicación entre proveedores de servicios de salud y usuarios, pero que tiene aún un largo recorrido. Su tendencia a servir de enlace directo entre quien genera la información y sus receptores le hace muy útil a los temas de salud pública y notificación/recordatorio de eventos y citas.
La tecnología ofrece también nuevos campos y foros de interés, redes sociales generales y específicas surgen por doquier y la conectividad de los teléfonos móviles a internet representa a la vez
una oportunidad y un reto tanto para la difusión de información como para el contacto intra y entre industria, profesionales y usuarios. Un reto no exento de peligros tanto
peligros ya conocidos vinculados al medio físico en el que se emplean como
otros nuevos a los que se debería hacer frente con las herramientas que el conocimiento de la gestión de riesgos nos dota abordando prospectivamente las 'zonas de sombra' para preveer en la medida de lo posible los problemas que pueden surgir.
Una de las cuestiones a seguir es como surgen y se difunden las ideas y la información en las redes sociales, quienes son los "iniciadores", quienes los "transmisores" y cuales las marcas (
las etiquetas) que señalan los diferentes contenidos. En el medio angloparlante
ya lo están haciendo y se leen incluso comentarios del tipo "si no lo marcas como #ptsafety no lo seguiré" lo que indica hasta que punto está este tema en boga.
En este momento es casi imposible tener una lista actualizada de fuentes, tags y páginas/usuarios de redes sociales relacionados con el campo sanitario o con alguno de sus puntos candentes (en lengua inglesa); en nuestro medio
jmfaner tiene en su blog una interesante lista de hospitales que tienen twitter/facebook, web o blog; yo creo que esto se impondrá cuando se observen sus ventajas aún en un "mercado cautivo" como el de nuestra sanidad pública.