Navegando las aguas de las apps |
De un tiempo a esta parte en la bandeja de entrada de mi correo no consigo tener menos de 20 "pendientes de ver" y no es que me lluevan propuestas para acudir a eventos porque cada uno ha de dar cuenta de cuan alto manifiesta sus ideas sino que con los años me he suscrito a demasidas listas de distribución.
Así que muy a mi pesar algunos correos de esas listas que considero "no esenciales" (por ser de temas que me pillan lejos) van a la papelera sin leer... pero hay algo que une a casi todos los correos de revistas científicas que recibo: todas tienen su app.
También los servicios de salud tiene sus app (algunos sólo una, otros varias), también los hospitales empiezan a tener sus apps con diversos fines (desde "navegar" por el mismo, hasta la petición/recordatorio de citas), también algunos productos farmaceúticos tienen su propia app (con intrucciones de uso y otras indicaciones), también algunas tecnologías sanitarias tienen su app (como los diversos dispositivos de monitorización y control domiciliario por ejemplo de glucemia), también las organizaciones profesionales (colegios, sindicatos y sociedades) tienen sus apps, también los proveedores de formación para los profesionales tiene sus app (algunas sólo informativas, otras con sus cursos, otras con simulación de casos...), también...
La retahila viene a cuento pero tal vez la deba explicar con un símil.
Soy "escuchante" de radio desde niño pero lejos de ser 'fiel' a una emisora con el tiempo he aprendido a hacer mi propia sintonía de programas que me informan, entretienen, aconsejan y alegran... desde hace 5 o 6 años he descubierto el podcast y sus infinitas posiblidades pero con el tiempo he ido perdiendo la posibilidad de escuchar algunos programas de forma integrada porque los proveedores (emisoras) bloquean la(s) apps que he ido usando con la idea de que me baje la suya... claro si sólo escuchara una emisora o cadena...
Ya algunas personas lo habían advertido: si las apps son "navegadores tontos" mejor no seguir por ese camino.
La consecuencia de esta appificación interminable será que necesitaremos dispositivos con mayor memoria y que nuestras cuotas de datos se acabarán antes (y se encarecerán) aunque hagamos un esfuerzo de 'sintonización' pues no debemos olvidar que además de las apps profesionales habrá otras muchas que 'necesitaremos' (correo, mensajería, redes sociales, imagen, tiempo, banca, entradas, recetas... ).
En consecuencia, tendremos que aprender a priorizar, a selecciona, a evaluar los recursos que necesitamos... y lo que aconsejamos a los usuarios; porque no olvidemos que esa es una de nuestras funciones: Aconsejar a los usuarios sobre la herramientas tecnológicas
Interesante reflexión Xosé Manuel.
ResponderEliminarVamos a tener que necesitar una App (otra mas) que permita filtrar el exceso de información (infoxicación), y se adapte a las preferencias del usuario. Para una "appificacion" eficiente.. .al menos.