Traducción de la entrada escrita por Suneel Dhand para el blog KevinMD
Hace poco ví la película "Sully". Fue la primera vez que he visto una película el día de su estreno. Conociendo la leyenda del actor Tom Hanks y lo fascinante de la casi trágica historia que se desarrolló el 15 de enero de 2009 confié en que mi elección del salir al cine en una preciosa tarde de septiembre había sido la correcta.
La película seguro que no les defrauda. Brillantemente dirigida y protagonizada, el espectador aprende acerca de una serie de eventos que sucedieron después de que el vuelo 1549 se encontrara con una bandada de gansos de Canadá 3 minutos despues de despegar, causando un catastrófico fallo de ambos motores del aparato. El capitan Chesley Sullenberger, con una larga trayectoria en la aviación (y un gran interés en la seguridad aérea) condujo heróicamente al avión averiado hasta posarlo en el Hudson. Milagrosamente, sobrevivió todo el mundo y el resto es historia.
La película nos relata detalladamente los acontecimientos siguientes cuando la oficina nacional de seguridad en el transporte (NTSB) investiga lo ocurrido y si el capitan Sullenberger podría haber vuelto seguramente al aeropuerto en lugar de bajar al congelado rio Hudson. He leído informes contradictorios sobre si el NTSB fue tan duro en su evaluación inicial como dice la película, pero tal y como se cuenta la historia el escpectador se queda con la sensación de que el heróico capitan Sully se enfrentó a un tribunal de seguridad intransigente y mal intencionado.
La aviación es vista como un modelo industrial con estándares de seguridad muy elevados y muchos líderes en otro sectores han tratado de emular su éxito. He escrito sobre como un montón de líderes de la sanidad hacen esto y como, pese a las buenas intenciones, la comparación es pobre.
Un tema que aparece mucho en Sully, y está defendido apasionadamente por el capitán Sullenberger, es el "factor humano". Retrospectivamente las cosas son siempre 20-20 y despues todos somos más prudentes. Esto no quiere decir que no haya que investigar y analizar, pero el problema con el llamado análisis inicial de los expertos del vuelo 1549 fue que un fallo de los motores tan pronto tras el despegue no tenía precedentes y nadie podía predecir como reaccionaría un ser humano.
Resulta que las simulaciones por ordenador usadas por la NTSB establecián incorrectamente que un piloto podría haber vuelto a aterrizar en la pista de forma segura. En realidad, sin embargo, sólo tras un gran número de intentos fue cuando el piloto del simulador consiguió hacerlos (y esto asumiendo que el pilotos sabía inmediatamente que había pasado y qué tenía que hacer). La defensa que el capitan Sullenberger hizo de sus propias acciones resultó ser la correcta y fue, de hecho el factor humano, es decir las acciones del capitan Sully; las que salvaron la vida de las 155 personas abordo. Resultado que no habría consguido ningún ordenador.
Como el término "Factor humano" seguía apareciendo en la película me hizo pensar nuevamente en comparación con la sanidad y en lo que pone realmente la "atención" en la sanidad. En mi calidad de profesional y en todo el trabajo que realizo en otras esferas como el registro, el emprendimiento y la consultoría me encuentro con mucha gente implicada en la periferia de la sanidad. Técnicos, colegas de star-ups, gente del "big data" y si, administradores y evaluadores; y hay un tema común que los unifica. Cuando hablas con la mayoría de ellos (y nuevamente, odio generalizar, pero para muchos de ellos es así) parece que entienden poco como es el heróico trabajo a pie de cama todos los días.
Para ellos la sanidad son números, resultados y salud de la población. Su agenda comprende hacer todo lo posible para controlar "el incontrolable factor humano". El problema con esta perspectiva es que la sanidad es diferente a otras industrias, y esa "visión en helicóptero" no acaba de acertar. Cuidar a personas no es como hacer funcionar una factoría de montaje o manejar una máquina automatizada. Si estamos hablando sobre las interacciones diarias médico-paciente (o enfermera-paciente) o de situaciones de vida o muerte como un código en el hospital no puedes separar la ciencia del factor humano en un terreno lleno de emociones humanas reales. Es por ello que cualquiera que se siente en el sillón con visión de centrocampista está haciendo las cosas mal. Debe investigar por todos los medios, ser exhaustivo, tratar de mejorar y hacer rendir cuentas sobre cualquier desviación del protocolo normal pero no debe olvidar nunca el lado humano de la sanidad. Los estándares generales de la sanidad en EEUU son excepcionalmente altos comparados con la mayoría de los paises, y la realidad es que todo el mundo está tan preparado que los errores graves son, afortunadamente, poco frecuentes.
Lo que hacemos en sanidad es heróico. Médicos, enfermeras y otros profesionales que muestran compasión y cuida a los enfermos cuando necesitan ayuda, está haciendo algo noble. Usar nuestras habilidades para mejorar a las personas puede parecer "sólo un trabajo" tras un tiempo, pero cada vez que dedicas un momento al bienestar de tus pacientes estás teniendo tu momento Capitan Suylly.
Al sentarte a hablar con un anciano que te cuenta sus experiencias de la guerra, dedicar 5 minutos extra con una familia que ha visto todo su mundo darse la vuelta, coger la mano de una anciana moribunda mientras cuenta el pesar más grande de su vida o manterner la calma frente a unos padres a cuyo hijo se la he diagnosticado una enfermedad terminal... en sanidad el factor humano lo es todo
Un texto imprescindible, Gracias Salva por acercarlo!!
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