Un trasplante salva una vida ¿y la prevención?
Las cosas que llevan mucho tiempo en nuestra mente necesitan en ocasiones de una chispa que las haga surgir... y de pronto lo ves claro.
Eso es lo que me ha pasado con estas palabras que acudieron a mí el pasado jueves en un descanso de las XXV Jornadas de hipertensión y riesgo vascular del área sanitaria de El bierzo; tras la charla de Marta Fernández Fernández Nefrología Pediátrica del CAULE sobre "hipertensión arterial en el adolescente" conversando con una compañera del Centro de salud Ponferrada II conveníamos que los programas de prevención tienen poca predilección de los decisores políticos por su impacto "en diferido" y su escasa visibilidad para la sociedad.
En cuanto lo pronunciamos supe que ese pensamiento siempre estuvo ahí sólo esperaba el momento... La reflexión sobre si un centro, área o sistema se puede seguir permitiendo invertir cientos de millones en alta tecnología y procesos muy complejos técnicamente mientras renuncia a invertir una decena de miles en actividades de prevención sólo encuentra una respuesta: los votos.
Así de triste si, además se acompaña del alto impacto emocional que causa la impresión de "salvar una vida" ahora, en directo frente a la de poder salvar a cientos de personas de padecer enfermedades crónicas y ver su esperanza de vida acortada en un futuro... incierto.
La comparación con temas polémicos como el tratamiento novedoso reclamado mediante presión social o el acelerador de última generación que sólo podría funcionar 11 meses al año sin garantizar un buen balance coste-seguridad os la dejo a vosotr@s.
Buen domingo.
PD: Reconozco que el gazapo lingüistico ("Transplante" por "Trasplante") no queda muy fino, pero no soy de andar escondiendo errores...
Por la enfermería... un paso al frente
Han sido muchas las ocasiones en las que me he quejado de que el clima de "indignación" en redes sociales electrónicas o de salita no lleva a nada y que hay que pasar a la acción "en el mundo real"; hace poco llegué a ser hasta algo desagradable saliendome de un grupo al que se me añadió y cuya discusión se centraba (a mi parecer) en el hastag que abanderaría la rencilla en cuestión que no era baladí pero a la que ya manifesté mi apoyo por esta vía y por otras.
Lo cierto es que ahora ha surgido la ocasión de romper el silencio de nuestro desierto particular y he tenido el privilegio de ser incluido en la lista de la candidatura "Por la enfermería" a las elecciones convocadas al consejo general de enfermería.
Es cierto que la candidatura se está trabajando exclusivamente en redes sociales y que el mensaje puede parecer vacío de un contenido programático atractivo para los profesionales de base ningunead@s durante 30 años por sus dirigentes y reducidos a una masa con la que llenar autobuses, salones y pabellones para presionar al gobierno de turno; pero la premura de los plazos (8 días) y los requisitos kafkianos para una entidad que tiene registros y medios informáticos a su disposición nos ha obligado a priorizar lo efectivo
Teneis más información en el facebook de la candidatura al que ya os sugiero que os suscribais.
Lo cierto es que ahora ha surgido la ocasión de romper el silencio de nuestro desierto particular y he tenido el privilegio de ser incluido en la lista de la candidatura "Por la enfermería" a las elecciones convocadas al consejo general de enfermería.
Es cierto que la candidatura se está trabajando exclusivamente en redes sociales y que el mensaje puede parecer vacío de un contenido programático atractivo para los profesionales de base ningunead@s durante 30 años por sus dirigentes y reducidos a una masa con la que llenar autobuses, salones y pabellones para presionar al gobierno de turno; pero la premura de los plazos (8 días) y los requisitos kafkianos para una entidad que tiene registros y medios informáticos a su disposición nos ha obligado a priorizar lo efectivo
Teneis más información en el facebook de la candidatura al que ya os sugiero que os suscribais.
Juego de.... marcas
Porta do mar |
Así pues se han propuesto no dejar títere con cabeza y a lo que parece se han lanzado a la conquista de las palabras; lástima que no sea para hacer (buena) comunicación sino más bien al contrario. Ignoro cual será el resultado "práctico" de todo esto más allá del dispendio de una cantidad no poco importante de los presupuestos del consejo, pero me queda la duda de conocer completamente el listado de lo "reclamado" sólo por curiosidad; por ejemplo por saber si han registrado "Defensor máximo", "Defendiendo a Máximo" o "Máximo defensor de la enfermera".
En todo caso tendremos ocasión de saber si se trata de saturar el mercado o de gestionar la difusión de la información... y si, si tienes un blog, twitter, instagram o eres de una asociación te puede interesar saber si estás en la lista de los "reclamado".
Por si os gusta el tema del "Juego de..." os dejo este espectacular remake hecho con hongos de los 7 reinos...
A lingua de coidar...
Mans que transmiten códigos |
Hoxe coido que é o día de reflexionar sobor da linguaxe (o código do mesmo) como barreira ou ferramenta na comunicación co doente, coidador, comunidade...
Fai uns días dei con un artigo que describe as experiencias de enfermeiras suecas ó falar de saúde con pais non nativos. Xa noutras ocasions temos comentado o difícil que é facer distincions cando neste ámbito se traballa en estuda-la efectividade da comunicación; por iso é doado caer na ilusión de que o código o é todo.
En realidade non hai tanto unha "lingua de coidar" como un "achegamento ó coidar" pois é a falla de comprensión cultural; o recoñecer ás coordenadas culturais do outro, o que marcan as diferencias e fan de barreira ou de porta no coidado.
Fai poucas horas aconteceu un feito tremendo nun servizo de urxencias do CHOU un feito que desafía a nosa comprensión e a organización mesma do servizo de atención sanitario e que é como a punta dun iceberg da incomprensión cultural...
Sen ter que chegar á agresión dese calibre o certo é que en moitas ocasions esa desconexión cultural se produce entre profesional e doente-coidador-comunidade e o primeiro elemento para identificala é a fala.
No tempo que a miña nai estivo na residencia de tódalas profesionais que a atenderon de forma impecable a que, sen dúbida, "conectou" con ela era a que lle falaba galego... non había mais que ve-la sorrir cando entraba pola porta.
Así pois a lingua como elemento cultural e como ferramenta de comunicación ten un papel importante no coidado un papel que non debemos despreciar e que, cecais, os propios defensores da lingua están a mancar cando a cosifican como un "dereito" (que non digo que non o sexa) pois con elo a colocan nun plano de batalla xuridico-política que xustamente resta efectividade como "facilitador cultural".
El desafío de reconocer una práctica inapropiada
Hay cosas con las que mejor no bromear... |
En Marzo se publicó en JAN una revisión integrativa de métodos mixtos sobre cómo reconocemos y respondemos a las prácticas inseguras que pese a los pocos estudios disponibles viene a confirmar lo que ya sospechábamos desde que siendo estudiantes le decíamos a las compañer@s: "No reencapuches las agujas; que te puedes pinchar".
ELEMENTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO:
Las enfermeras identificamos las prácticas poco seguras de nuestr@s compañeros lo que contribuye a mejorar la seguridad y los resultados en los pacientes. Necesitamos aprender a ser conscientes de los riesgos, a desarrollar estrategias para responder a las prácticas inseguras y sistemas de notificación anónimos pero que nos "devuelvan" información sobre lo aprendido de nuestras alertas.
Los elementos que contribuyen a identificar una práctica inapropiada incluyen escasas habilidades de comunicación, falta de conocimientos, problemas de actitud, comportamientos poco profesionales, falta de conciencia sobre la responsabilidad, escasas habilidades de pensamiento crítico y toma de decisones, falta de habilidades de observación, poca capacidad de adaptación y falta de capacidad o voluntad de aprender.
Nuestra respuesta ante la práctica insegura de un@ compañer@ puede ser: No actuar, discutir esa práctica insegura con la persona involucrada o informar a un superior o a la autoridad regulatoria de esa práctica insegura.
______
En nuestra presencia en redes sociales es pertinente identificar "prácticas inseguras" como puede ser un mensaje inadecuado sobre los mecanismos de barrera que se tratan de interponer para evtiar errores que pueden tener graves consecuencias y desde ya reconozco que hasta yo mismo habré cometido algún fallo en ese sentido; pero para eso está el colectivo: para aprender y mejorar...
Desde mi punto de vista la observación adecuada a falta de alguna mejora que sugerir sería: "¿No se puede hacer una transfusión segura con menos papeleo?" y, por abundar en el argumento se podría añadir: "Cada documento adicional es una nueva oportunidad de error"; pero claro, hay que ir al chiste fácil.
Para completar esta entrada creo oportuno este audio sobre "humor y trasgresión"
Hacer de esta semana de la enfermería todo lo que deseamos
A continuación traduzco esta entrada del blog Nursing teacher escrita por Joan RN tengo claro que algunos de los problemas que refleja y sus consiguientes deseos se deben a las particularidades del sistema sanitario de EEUU, pero en lo esencial me parece un buena entrada; tan buena como las que estos días están escribiendo otr@s enfermer@s aqui.
He trabajado como enfermera durante 18 años, he soportado unas cuantas "semanas de la enfermería". Al principio, estaba encantada con mi "bolsa de la semana enfermera". Finalmente lo había logrado: Mi primera bolsa de la "semana de la enfermería" oficial. Lo había conseguido y durante una semana los colegas del hospital parecía que apreciaban de verdad lo que hacemos por nuestros pacientes. Tras unas cuantas tazas, llaveros, toallas y más bolsas, el encanto se incrementó.
Después de un tiempo te percatas de que sólo es un juego de espejos y humo. Te empiezas a dar cuenta de que has sido engañada con baratijas, cuando lo que de verdad quieres es respeto, mejores plantillas y poder dejar tu agua en la mesa. Lo que de verdad quieres es poder cuidar a tus pacientes como debería ser. De la forma que se nos enseña en la facultad. Atrás quedan los días en los que conocías de verdad a tu paciente; hay demasiados para cuidar en cada turno y demasiada documentación a la que prestar atención también.
Pregúntale a cualquier enfermera que trabaje a pie de cama qué desea realmente y la mayoria responderá que mejores plantillas y más respeto por su profesión.
Desafortunadamente las enfermeras (sus cuidados) no son parte de la financiación para el hospital (por reembolso). Los cuidados se empaquetan dentro del coste de la habitación como el de una camarera de un hotel. Al no tener ninguna importancia para la financiación del hospital la enfermería es lo primero en ser escatimado y exprimido para trabajar de forma más dura y exigente. No obstante los requisitos diarios siguen acumulandose.
¿Ordena el médico un conjunto de medidas?¿valoras que el paciente sigue necesitando una sonda vesical?¿has realizado las evaluaciones básicas y la educación sanitaria?¿Has registrado en la historia clínica electrónica y en la carpeta del paciente?¿Registraste en los tres lugares los cambios posturales del paciente y las necesidades atendidas?¿El cribado de vacunación?¿Evaluación del riesgo de caídas?¿Valoración de la piel?¿Escala de delirio? La lista sigue y sigue incluso antes de tocar al paciente.
Si se le pregunta a los administradores de los hospitales os dirán que sus plantillas se basan en las necesidades de los pacientes. Lo gracioso de esto es que nadie monitoriza esas necesidades más. Todo se basa en matrices y hojas de cálculo. En esencia, pueden hacer lo que quieran y esperar que nadie resulte dañado en el proceso. Pero preguntadle a la enfermera que apenas ha bebido, comido o ido al baño puede que no estén deacuerdo sobre quien resulta herido en ese turno.
Para añadir el insulto a la mezcla, ahora los hospitales han sido tomados como rehenes por las encuestas de satisfacción. Ya no interesa saber si los pacientes reciben buenos cuidados, sólo queremos saber si perciben que reciben una buena atención. En lugar de premiar a los hospitales por ser buenos manipuladores de las estadísticas ¿qué tal premiarlos por tener unas plantillas que garanticen la seguridad y los buenos resultados?
Pero ¿qué es una plantilla bien dotada? Bueno, volvemos a las matrices y las hojas de cálculo que cualquier hospital puede crear. Reiteradamente la investigación demuestra que por cada paciente más que una enfermera cuide en su turno, se incrementará la mortalidad. Sin embargo, a pesar de la evidencia, cada vez las enfermeras deben cuidar a más pacientes en cada turno. Cuidando con frecuencia de 6 a 8 pacientes en las unidades medico-quirúrgicas y hasta 3 pacientes por enfermera en las unidades de cuidados intensivos. Respecto a las salas de urgencias, es zona salvaje: lo que el hospital considere "seguro".
Es muy irónico, nosotras debemos realizar una práctica basada en la evidenica, porqué ellos aparentemente no?. Las cosas parecieron cambiar en 2004, cuando el estado de California legisló unos ratios de "plantillas seguras" revolucionarias es un esfuerzo para mejorar la atención a los pacientes. Pero, ¿porqué tras todos estos años sigue siendo el único estado?¿Porqué 12 años después y tras múltiples intentos se sigue debatiendo sobre una norma de ratios de "plantillas seguras"? Una vez más ¿qué ocurre con la práctica basada en la evidencia?
Bueno, todos sabemos que esto se reduce al dinero, porque el dinero es poder. La enfermería representa uno de los mayores gastos de cualquier hospital. Esto equivale a ser el mayor objetivo de los ahorros. Desafortunadametne, la enfermería no atrae dinero, por lo que no ejercen poder y continuarán a ser tratadas conforme a la responsabilidad que tienen. Esto seguirá empeorando a medida que los hospitales serán dirigidos por contables que no saben nada del paciente salvo lo que leen en los libros.
Pero ¿qué pasaría si los hospitales fuesen premiados por la seguridad de sus plantillas? o ¿qué pasaría si los cuidados de enfermería entrasen en el programa de financiación como la atención de otros profesionales? En lugar de preguntar al paciente si perciben que reciben un bun cuidado, ¿qué pasaría si los hospitales recibieran financiación por no tener un alto ratio de rotación de personal? Tal vez, incluso, por tener altos resultados en las encuestas de satisfacción de los profesionales.
¿Qué quieren las enfermeras para su semana?
Quieren que la carga de pacientes que no les lleven hasta las lágrimas hasta el final del turno. Quieren irse a casa sabiendo que hicieron todo lo que tenían que hacer porque tuvieron tiempo y apoyo para realizarlo. Quieren saber que son valoradas y que valen más que una bolsa o una taza.
Este es nuestro año. Este es el año en que nos levantamos y luchamos por nuestra profesión, nuestros pacientes y el futuro de la sanidad. Esta semana de la enfermería, en lugar de recibir la baratija que te dan en tu hospital únete a la conversación por las "plantillas seguras". Id a las manifestaciones que se celebrarán en todo el país y en las capitales de los estados. Únete a nuestra manifestación en Washington DC y llama la atención sobre la necesidad de unas plantillas seguras. Escribe a tu congresista y pídele que apoye la S.864 y H.R.1602 haz algo por ser parte de la solución.
Haz que este año sea el año del buen cuidado y las plantillas seguras y no de las matrices y las hojas de cálculo.
Haz que este año las enfermeras nos pongamos junas de pie y hablemos.
Haz de esta semana de la enfermería todo lo que queremos.
Integrando... Equipos si, pero mejor procesos ¿no?
Hace unos días tuve ocasión de asistir a una sesión que para mi constituyó un hito: por primera vez un plan de acción de los servicios centrales era presentado en nuestra área por un director general a todos los mandos intermedios de atención especializada y atención primaria.
De la sesión en sí sólo decir que las notas que tomé (si, soy de esos) tienen marcada
varias veces temas como "evidencia" "Do not do" y "enfermería".
Para lograr los objetivos marcados en la presentación se habló en varias ocasiones de "mejorar la capacidad resolutiva" y de "mejorar la integración" de las gerencias fase en la que nuestra área se encuentra inmersa.
En el turno de preguntas una compañera y amiga de atención primaria llamó la atención sobre la existencia de un recurso en el que se ha estado trabajando: Los procesos clínico-asistenciales integrados (acceso sólo para empleados de SACYL). Elaborados con metodología rigurosa por equipos de profesionales de AP y AE de diferentes áreas de salud (falta sociosanitario, pero es que no está ni se le espera) abordan, por ahora, 16 procesos clínicos con su población diana, criterios de inclusión, actuaciones, criterios de interconsulta... "adecuaciones organizativas" y "procesos de soporte relacionados"...
incluso en alguno un "Informe de cuidados basados en la evidencia"
y todos con sus criterios de evaluación de calidad, indicadores y estándares de referencia.
Lamentablemente este ingente trabajo y el que vendrá como este sobre el proceso integrado de atención al pie diabético fundamentado en la implantación de la guía de RNAO como parte del proyecto Centros comprometidos con la excelecia en cuidados (versión española de los BPSO) ha sido "comido" por el grave problema de comunicación interna de nuesttra organización... tantas cosas hechas y tantas desconocidas.
Póster presentado en #JBIEU16 por las compañeras de AP de El bierzo |
Es importante integrar los equipos directivos, es importante integrar las operativas y las estrategias, pero sobre todo es improtante integrar los procesos que son al fin y al cabo los que afectan a los pacientes y los que pueden mejorar nuestra eficiencia como organización.
Factor de impacto; permítame que pregunte...
Desfilando al compás... |
Porque a nadie se le escapa que si bien algunos índices "alternativos" como Altimetrics se centran en la popularidad el FI-JCR presenta bastantes déficits ya sobradamente comentados en publicaciones con más enjundia y mejor argumentación.
Sobre lo que quiero llamar la atención hoy es sobre el pequeño pero significativo detalle de que siendo FI-JCR el sumum de la sapiencia no es precisamente el lugar donde buscar los artículos de referencia para actualizar conocimientos... y si, ya sé que es un índice que evalúa a las revistas y no a los artículos pero lo suyo sería no sólo "medir" la calidad de la investigació sino proveer de la misma a quien la busque.
Sin ruido El silencio como cuidado #SanidadSINruido
Lo sabemos desde el mismo inicio de la enfermería como profesió: el correcto descanso "cura".
Si analizamos el concepto de descanso no cabe duda de que el ruido es uno de los elementos que lo perturba; no en vano está reconocido como una contaminación; quizás una de las más molestas y si no que se lo pregunten a las personas que viven en las cercanías de aeropuertos o de instalaciones industriales.
El ruido es un factor a tener muy en cuenta a la hora de asegurar el descanso de los pacientes en los centros de atención y uno de los principales focos de conflicto y reclamaciones entre pacientes y acompañantes.
Incluso en entornos en los que el paciente no está "bajo cuidado" directo de los profesionales (Salas de espera de consultas de AP o hospital) el ruido condiciona nuestra respuesta a los usuarios u otros profesionales.
Durante mi anterior etapa en el "lado oscuro" me resultaba un poco decepcionante ver como una y otra vez tenía que acudir a mediar en conflictos entre pacientes y acompañantes por causa de diferencias en la apreciación del ruido y el escaso o nulo respeto que alguna gente muestra por el descanso de los demás.
Pero tampoco podemos dejar de lado que nuestra propia rutina genera de forma continua ruido... y no me refiero sólo a los entornos "non stop" como la UCI o Urgencias sino a las unidades de hospitalización o las residencias y centros sociosanitarios.
¿Qué estrategias podemos emplear para "aprender" a ser menos ruidosos? ¿Hemos identificado las tareas y elementos que generan más ruido en los horarios menos oportunos? La literatura científcia nos puede ayudar a responder estas incógnitas y pronto tendremos muestras de ello...
Si analizamos el concepto de descanso no cabe duda de que el ruido es uno de los elementos que lo perturba; no en vano está reconocido como una contaminación; quizás una de las más molestas y si no que se lo pregunten a las personas que viven en las cercanías de aeropuertos o de instalaciones industriales.
El ruido es un factor a tener muy en cuenta a la hora de asegurar el descanso de los pacientes en los centros de atención y uno de los principales focos de conflicto y reclamaciones entre pacientes y acompañantes.
Incluso en entornos en los que el paciente no está "bajo cuidado" directo de los profesionales (Salas de espera de consultas de AP o hospital) el ruido condiciona nuestra respuesta a los usuarios u otros profesionales.
Durante mi anterior etapa en el "lado oscuro" me resultaba un poco decepcionante ver como una y otra vez tenía que acudir a mediar en conflictos entre pacientes y acompañantes por causa de diferencias en la apreciación del ruido y el escaso o nulo respeto que alguna gente muestra por el descanso de los demás.
Pero tampoco podemos dejar de lado que nuestra propia rutina genera de forma continua ruido... y no me refiero sólo a los entornos "non stop" como la UCI o Urgencias sino a las unidades de hospitalización o las residencias y centros sociosanitarios.
¿Qué estrategias podemos emplear para "aprender" a ser menos ruidosos? ¿Hemos identificado las tareas y elementos que generan más ruido en los horarios menos oportunos? La literatura científcia nos puede ayudar a responder estas incógnitas y pronto tendremos muestras de ello...
La innovación en enfermería, más allá del esparadrapo y McGyver.
La verdad es que no somos pocas las enfermeras que tomamos conciencia de nuestra profesión el día que... "arreglamos cualquier cosa de casa con esparadrapo".
Bien sea por falta de recursos o por simple velocidad de reacción la enfermería tiene entre sus características el saber "apañar" soluciones adaptando o reutilizando elementos al más puro estilo del televisivo McGyver.
Pero en los niveles de otros esas soluciones "no venden" porque les parecen simples y piensan que ninguna institución se las va a tomar en serio por eso se montan grandes proyectos con institutos de nombres rimbombantes en los que "no hay cabida" a las soluciones 'ingeniosas'.
Pues hete aquí que el mismísimo MIT se ha percatado de que en esas pequeñas y simples soluciones HAY innovación y desde su laboratorio de "pequeños dispositivos" apoyan un proyecto como Marker Nurse que se fundamenta en crear espacios donde esa "epifanía" que tuvo lugar a pie de cama se transforme en algo real.
Como ya dijo el amigo Fernando Campaña "La enfermería puede ser una disciplina creativa e innovadora" y la creatividad se puede entrenar y sus resultados pueden fomentarse en beneficio de tod@s, en especial del paciente y las vías para ello pasan desde la innoinvestigación que abanderan en cuidando.es hasta esos "pequeños" pero resolutivos inventos (como el chupa-chup analgésico).
Podemos y debemos seguir "apañando" pero también debemos darle una nueva mirada a esas ideas para que con su formalización lleguen a beneficiar a más pacientes y al conjunto del sistema; es una pena la falta de visión estratégica de los "altos representantes" de la profesión que siguen empeñando nuestra alma a plataformas de formación obligatoria...
Lectura sugerida: McGyver comes to Healthcare en Medscape nurses.
Bien sea por falta de recursos o por simple velocidad de reacción la enfermería tiene entre sus características el saber "apañar" soluciones adaptando o reutilizando elementos al más puro estilo del televisivo McGyver.
Pero en los niveles de otros esas soluciones "no venden" porque les parecen simples y piensan que ninguna institución se las va a tomar en serio por eso se montan grandes proyectos con institutos de nombres rimbombantes en los que "no hay cabida" a las soluciones 'ingeniosas'.
Pues hete aquí que el mismísimo MIT se ha percatado de que en esas pequeñas y simples soluciones HAY innovación y desde su laboratorio de "pequeños dispositivos" apoyan un proyecto como Marker Nurse que se fundamenta en crear espacios donde esa "epifanía" que tuvo lugar a pie de cama se transforme en algo real.
Como ya dijo el amigo Fernando Campaña "La enfermería puede ser una disciplina creativa e innovadora" y la creatividad se puede entrenar y sus resultados pueden fomentarse en beneficio de tod@s, en especial del paciente y las vías para ello pasan desde la innoinvestigación que abanderan en cuidando.es hasta esos "pequeños" pero resolutivos inventos (como el chupa-chup analgésico).
Podemos y debemos seguir "apañando" pero también debemos darle una nueva mirada a esas ideas para que con su formalización lleguen a beneficiar a más pacientes y al conjunto del sistema; es una pena la falta de visión estratégica de los "altos representantes" de la profesión que siguen empeñando nuestra alma a plataformas de formación obligatoria...
Lectura sugerida: McGyver comes to Healthcare en Medscape nurses.
La leyenda de la #SegPac Hidra vs Durga
El pasado miércoles tuve la suerte de asistir a las segundas jornadas de "La evolución de los cuidados" que organiza la dirección de enfermería del complejo asistencial de Ávila; durante la magnífica ponencia inaugural de María José Pérez Boillos pudimos deleitarnos con un pormenorizado panorama de las múltiples iniciativas de seguridad del paciente que se están llevando a cabo en los centros de SACYL con mejor o peor fortuna pero con buena proyección a poco que se persevere en el método.
"Dándole una vuelta" a todo lo trabajado podría tenerse la sensación de que en seguridad del paciente "nunca salimos de ella" y puede que sea verdad en cierta forma porque las amenazas a las que sometemos a los usuarios en los procesos de atención sanitaria no dejan de renovarse con cada cambio aportado por la tecnología (o la evidencia) y no hemos de dejar de trabajar para conseguir nuevas armas con las que combatirlas.
En esta línea de pensamiento bien podríamos decir que los problemas de seguridad del paciente son como la mítica Hidra a la que le brotaban dos cabezas cada vez que se le cortaba una... y como si se tratase de un combate mitológico hemos de aunar nuestros esfuerzos para encarnar un sistema que, como la también mítica Durga, tenga en sus múltiples brazos las armas con las que combatir al monstruo...
Nuestra guerrera llevaría en su brazo dominante aquello que María José dijo que en seguridad del paciente nos "llevaríamos a una isla desierta": la higiene de manos. Empuñaría también armas más modernas en forma de nuevas ópticas sobre los procesos y los procedimientos que basándose en las evidencias evitase hacer daño con intervenciones no necesarias: las recomendaciones "no hacer". Otro de sus brazos blandiría el arma de la sistematización de los elementos de identificación del paciente y otro usaría la elaboración de listados de verificación en los procesos complejos... pero esta nuestra "guerrera" no estaría sola en el combate pues, además, contaría con la inestimable colaboración de los propios pacientes implicados en su seguridad y activos a la hora de aportar soluciones.
No me cabe duda que en este combate los resultados estarán del lado del paciente y del propio sistema y los profesionales que lo componemos.
Ya no más Máx. #Yanomax
Resultaba precedible que en algún momento sucedería algo así; ha venido siendo el modus operandi de los próceres que, no se sabe bien porqué arte de birlibirloque, en algún momento "ascendieron" de representantes a "elegidos" en ese sentido peyorativo del que no tiene nada que justificar en su proceder.
Escribo esto no para mostrar mi apoyo a +Juan F. Hernández Yáñez que sabe (o debería saber) que lo tiene, ni para ahondar en debates sobre desunión de los profesionales o falta de ideas... en todo caso escribo para explicar que este cáncer que padecemos necesita otro tratamiento más allá de almohadillas, discursos tecleados (como esta entrada) o cuchicheos en las esquinas...
El resultado será el que tienen los pacientes que tratan un cáncer con reiki o remedios naturales...
Contra lo que se querella el Consejo general de enfermería con el dinero de tod@s l@s enfermer@s es contra la necesaria crítica a los elementos cuya contribución a la actual situación de la profesión es innegable en tanto que se han querido arogar cualquier avance concedido por el devenir de las circunstancias, la crítica contra la falta de trasparencia (el incumplimiento reiterado de la ley homonima es la punta de iceberg), de democracia (véase el más reciente caso de Asturias) y de decencia (silencio jurídico).
¿Hace falta un "consejo paralelo"?¿Podemos crear una asociación nacional que de verdad se centre en revertir esta situación?¿Será esta la gota que colma el vaso? tenemos una semilla... no lo sé; pero apoyaré con hechos los hechos porque de palabras ya está la red llena.
EDICIÓN 18/4/16
Ya hay algún hecho que "sustancia" el apoyo a Juan; en concreto se puede contribuir en ayuda a los costes judiciales que tiene que afrontar para defenderse y, de paso, obtener una completa documentación de los hechos que habitualmente refleja en su blog.
Por otra parte seguimos en plena campaña en las RRSS y hasta hoy la gente de Nueva Enfermería daba de plazo para subir una foto con el Hastag. y una entrad con el siguiente texto:
Tras la querella criminal presentada por D. Máximo González Jurado, Presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), en su propio nombre y en el del CGE, contra D. Juan Hernández Yáñez, el firmante de este blog, queere manifestar:
_________
Que por visibilidad de apoyos no sea, pero sigo prefiriendo las acciones "sustanciales".
Escribo esto no para mostrar mi apoyo a +Juan F. Hernández Yáñez que sabe (o debería saber) que lo tiene, ni para ahondar en debates sobre desunión de los profesionales o falta de ideas... en todo caso escribo para explicar que este cáncer que padecemos necesita otro tratamiento más allá de almohadillas, discursos tecleados (como esta entrada) o cuchicheos en las esquinas...
El resultado será el que tienen los pacientes que tratan un cáncer con reiki o remedios naturales...
Contra lo que se querella el Consejo general de enfermería con el dinero de tod@s l@s enfermer@s es contra la necesaria crítica a los elementos cuya contribución a la actual situación de la profesión es innegable en tanto que se han querido arogar cualquier avance concedido por el devenir de las circunstancias, la crítica contra la falta de trasparencia (el incumplimiento reiterado de la ley homonima es la punta de iceberg), de democracia (véase el más reciente caso de Asturias) y de decencia (silencio jurídico).
¿Hace falta un "consejo paralelo"?¿Podemos crear una asociación nacional que de verdad se centre en revertir esta situación?¿Será esta la gota que colma el vaso? tenemos una semilla... no lo sé; pero apoyaré con hechos los hechos porque de palabras ya está la red llena.
EDICIÓN 18/4/16
Ya hay algún hecho que "sustancia" el apoyo a Juan; en concreto se puede contribuir en ayuda a los costes judiciales que tiene que afrontar para defenderse y, de paso, obtener una completa documentación de los hechos que habitualmente refleja en su blog.
Por otra parte seguimos en plena campaña en las RRSS y hasta hoy la gente de Nueva Enfermería daba de plazo para subir una foto con el Hastag. y una entrad con el siguiente texto:
Tras la querella criminal presentada por D. Máximo González Jurado, Presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), en su propio nombre y en el del CGE, contra D. Juan Hernández Yáñez, el firmante de este blog, queere manifestar:
- Con la decisión de acudir a los tribunales por considerar que sus derechos y los del CGE han sido lesionados, creemos que el Sr González Jurado intenta, una vez más, silenciar a quien cuestiona públicamente su actuación al frente de la organización que representa.
- La gestión del Sr González Jurado en el CGE, durante casi 30 años, se ha caracterizado por la ineficacia en la resolución de los problemas reales de las enfermeras , derivando en la invisibilidad social de la profesión, la parálisis crónica de las especialidades y del progreso profesional, una precariedad laboral que llega al maltrato y empuja a la emigración y la implantación por parte del CGE de múltiples proyectos fallidos, sin resultado alguno y con unos costes desconocidos.
- La ineficacia ha estado siempre acompañada por la crispación en las formas y la descortesía en las palabras, la intolerancia continua con los críticos y una falta de transparencia extrema, que provoca que la mayoría de las enfermeras desconozcamos el funcionamiento general y la actividad ordinaria de la institución que estatutariamente “es la entidad que agrupa, coordina y representa con carácter exclusivo a la profesión de enfermería y a todos los Colegios Oficiales de Enfermería de España en los ámbitos nacional e internacional; ordena, en el ámbito de su competencia y de acuerdo con lo establecido en la Constitución y en las leyes, el ejercicio profesional, y defiende y protege los intereses de los profesionales y de la enfermería(…).”
- Las enfermeras nos hemos caracterizado durante décadas por nuestro desinterés en el devenir de la vida colegial. Situación propiciada por el grave déficit democrático existente en el CGE, que ha favorecido la permanencia enquistada del Sr. González Jurado en el cargo de Presidente durante casi 30 años, a pesar de que nunca haya sido elegido por las enfermeras españolas. Los colegios provinciales que permiten activa o pasivamente esta situación, no fomentan la participación implicada de los colegiados en la toma de decisiones y se caracterizan por la opacidad de sus procesos electorales.
- Desde hace unos años, dentro de la amplísima actividad profesional desarrollada por D. Juan Hernández Yáñez como sociólogo, nuestra profesión y la peculiar situación creada en las tres últimas décadas ha estimulado su curiosidad como investigador y públicamente ha emitido sus juicios, a través de entradas en su blog, publicaciones y conferencias.
- De manera didáctica y muy documentada, el Sr. Hernández Yáñez ha expuesto ciertas actuaciones del CGE, de determinados colegios provinciales, y otras entidades e individuos relacionados de una u otra manera con nuestra profesión. Naturalmente, entre ellos figura el Presidente del CGE, precisamente por el cargo que ostenta. La lectura de su blog nos aporta una valiosa visión externa y grandes dosis de claridad con respecto a la forma de proceder de la Organización Colegial de Enfermería (OCE). Su conocimiento del sistema sanitario español, de la OCE y del devenir de la profesión desde los años 90 hasta la actualidad, le permiten interpretar con gran lucidez, y así las transmite, las circunstancias que atraviesa la enfermería española, debidas en gran parte a quien la representa en las instancias públicas desde 1987.
- Al tiempo que exponen crudamente la realidad de la OCE y de sus dirigentes, los escritos y conferencias del Sr Hernández Yáñez se han caracterizado siempre por la defensa apasionada y razonada de los derechos y la dignidad de las enfermeras españolas. Es evidente que las enfermeras necesitamos más voces como la de D. Juan que, sin ser una de nosotras, ha generado mayor respeto hacia nuestra profesión y sabido representar su esencia con mucha más dignidad y corazón que nadie.
- Es hora ya de cambiar la preconstitucional y obsoleta Ley 2/1974 de Colegios Profesionales, así como las leyes autonómicas, que obligan a las enfermeras a pagar una cuota de colegiación para poder trabajar, pero que no aseguran el funcionamiento democrático de estas instituciones. Las organizaciones colegiales gestionan cientos de millones de euros anuales, siendo un sector no productivo para el que la Unión Europea urge también un cambio legislativo.
- Como integrantes, por imperativo legal, de la OCE, las enfermeras que sustentamos este blog consideramos absolutamente intolerable que en nombre de nuestra profesión, aquellos que la representan intenten silenciar a los discrepantes. No aceptamos las querellas injustificadas ni cualquier otra acción que no vaya encaminada a la transparencia en la gestión y la difusión de información veraz acerca de las actuaciones del CGE.
- Por todo lo anterior, EXIGIMOS al Consejo General de Enfermería y a su Presidente, Sr. Máximo González Jurado, LA RETIRADA INMEDIATA DE LA QUERELLA presentada contra D. Juan Francisco Hernández Yáñez.
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Que por visibilidad de apoyos no sea, pero sigo prefiriendo las acciones "sustanciales".
Salud y bienestar Diferenciar conceptos no modificar definiciones
Hace ya un tiempo que todos somos conscientes que la magufa y los vendedores de crecepelo juegan en la zona difusa que une (no separa) salud y bienestar.
A propósito que una de tantas reflexiones lanzada a las ondas pudo parecer que doy a entender otra cosa...
Cuando la OMS definió "Salud" lo hizo como corresponde con un criterio amplio y multicultural; para algunas poblaciones en ciertas situaciones eso equivale a tener acceso al agua potable, para otros...
Creo que es innegable que desde el punto de vista de la atención sanitaria tal y como se entiende en los sistemas que prestamos atención universal esa definición "juega" en contra a la hora de hacer una ordenación de los servicios que se prestan...
Sólo así se entiende que algunos centros o servicios incluyan entre sus prestaciones elementos sin apoyo de la evidencia científica llamándolos "intervenciones" y dedicando para ello recursos que otros quisíeramos para poder atender las necesidades sobre las que SI exiten evidencias de impacto y que no podemos satisfacer por, entre otras cosas, falta de recursos.
Y qué decir si hablamos de lo que ocurre fuera del sistema sanitario? La magufa campa a sus anchas en webs y apps porque juega a esa extraña confusión de salud y bienestar...
A propósito que una de tantas reflexiones lanzada a las ondas pudo parecer que doy a entender otra cosa...
La OMS no lo cree así salud=bienestar y viceversa. Es necesaria la educación. Y sanitarios luchando contra magufa. https://t.co/XfL6TPGFnl— Pizco nurse (@NursePizco) 01 abril 2016
@NursePizco No me refería a "conceptualmente" sino en nuestros mensajes... Pero quizás mejor aclararlo en el blog— X.M. Meijome (@EnferEvidente) 01 abril 2016
Cuando la OMS definió "Salud" lo hizo como corresponde con un criterio amplio y multicultural; para algunas poblaciones en ciertas situaciones eso equivale a tener acceso al agua potable, para otros...
Creo que es innegable que desde el punto de vista de la atención sanitaria tal y como se entiende en los sistemas que prestamos atención universal esa definición "juega" en contra a la hora de hacer una ordenación de los servicios que se prestan...
Sólo así se entiende que algunos centros o servicios incluyan entre sus prestaciones elementos sin apoyo de la evidencia científica llamándolos "intervenciones" y dedicando para ello recursos que otros quisíeramos para poder atender las necesidades sobre las que SI exiten evidencias de impacto y que no podemos satisfacer por, entre otras cosas, falta de recursos.
Y qué decir si hablamos de lo que ocurre fuera del sistema sanitario? La magufa campa a sus anchas en webs y apps porque juega a esa extraña confusión de salud y bienestar...
Campeonas si, pero tambien eficaces y eficientes...
La repercusión de algunas personas en la opinión pública es innegable y sea cual sea el motivo de esa mayor notoriedad sería una estupidez despreciarla a la hora de hacer visible la labor profesional de la enfermería.
Nuestro problema en muchas ocasiones es que esa "visibilización" se queda en realzar esa imagen de simpáticas, "ángeles"; algo que, sinceramente, puede resultar contraproducente.
El caso que ilustra esta entrada es muy ilustrativo por las sucesivas divulgaciones de que viene realizando a lo largo de su proceso.
Pero ¿qué más podemos pedir?
Algo que se dibuja por detrás de lo escrito, se insinua, se puede intuir...
Cuando el paciente cita las preguntas que le hacen las compañeras:
Dice también el paciente que:
Así pues esos "simpáticos ángeles" son eficaces agentes que escudriñan los problemas potenciales que pueden surgir en los planos físico y psicológico y actuan sobre ellos evitando sufrimiento y, porqué no decirlo, costes innecesarios.
Tal vez sea que no sabemos trasmitir los "por qué" y los "para qué" de lo que hacemos; tal vez el trasmitirlo le reste potencia al vínculo que necesitamos crear con el paciente; tal vez el paciente no sepa que tratándonos principalmente como "ángeles" está poniendo otra capa más al cristal opaco que nos aleja del reconocimiento social de las competencias y capacidades de la profesión.
Nuestro problema en muchas ocasiones es que esa "visibilización" se queda en realzar esa imagen de simpáticas, "ángeles"; algo que, sinceramente, puede resultar contraproducente.
El caso que ilustra esta entrada es muy ilustrativo por las sucesivas divulgaciones de que viene realizando a lo largo de su proceso.
Pero ¿qué más podemos pedir?
Algo que se dibuja por detrás de lo escrito, se insinua, se puede intuir...
Cuando el paciente cita las preguntas que le hacen las compañeras:
¿Cómo han ido las náuseas?¿Y el hormigueo en los dedos?. ¿Te has tomado la hierbabuena para las llaguitas en la boca?Deja pasar la ocasión de enlazar esas preguntas con los conocimientos y las habilidades que tienen esas enfermeras sobre las posibles consecuencias que ese proceso puede representar para los pacientes... esas preguntas y las otras que, por empáticas, no dejan de tener un doble sentido de acercamiento y de valoración...
Dice también el paciente que:
sonreír, y dar ánimos, y contar un chiste, y compartir, porque no, parte de su vida con gente que llega al hospital de díaDetrás de estas palabras hay profundos conocimientos sobre "la ruta" psicológica del paciente sometido a ese tratamiento y de las consecuencias de no cribar posibles signos de alerta y actuar sobre ellos, pero el texto no lo deja ver...
Así pues esos "simpáticos ángeles" son eficaces agentes que escudriñan los problemas potenciales que pueden surgir en los planos físico y psicológico y actuan sobre ellos evitando sufrimiento y, porqué no decirlo, costes innecesarios.
Tal vez sea que no sabemos trasmitir los "por qué" y los "para qué" de lo que hacemos; tal vez el trasmitirlo le reste potencia al vínculo que necesitamos crear con el paciente; tal vez el paciente no sepa que tratándonos principalmente como "ángeles" está poniendo otra capa más al cristal opaco que nos aleja del reconocimiento social de las competencias y capacidades de la profesión.
Resultados sensibles a la competencia profesional
Muchas veces la apariencia de falta de relación entre efecto y causa(s) provoca que se minusvalore alguna de estas en favor de las más "visibles".
Cuando hablamos de resultados negativos para los usuarios de sanidad (Eventos adversos) uno de los planteamientos principales es el de la adecuación del número de profesionales disponibles en relación con las necesidades de atención de los usuarios, pero en estos planteamientos solemos olvidar el aspecto competencial de los profesionales y su influencia en esos resultados.
Como tratamos de indicar en la anterior entrada sobre #StopRNReplacement la mezcla de competencias de los profesionales presentes en las distintas instancias y espacios de atención son parte determinante de los resultados obtenidos y no se deberían alterar sólo con la vista puesta en el ahorro económico inmediato.
Pero no hemos de limitar nuestra visión sobre los resultados en los usuarios a aquellos indicadores clave claramente dependientes de los cuidados sino que, para dejar absolutamente demostrada la necesidad de unos cuidados profesionales, debemos apuntar a resultados clínicos "completos" como mortalidad, morbilidad, reingresos...
Sobre ello versaba la editorial de febrero de Journal of advanced nursing firmado por L Sasso, A. Bagnasco y R Watson (1) traducida a continuación, espero que resulte útil.
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La competencia clínica en enfermería sigue insuficientemente definida, difícil de medir y controvertida. Sin embargo, la investigación y la educación sobre competencia continua y, en todo el mundo, la competencia profesional sigue "en agenda"(2). Además de los aspectos anteriores de la competencia, faltan pruebas de que sea directa e independientemente efectiva para mejorar el cuidado. En otras palabras, no sabemos si existen resultados sensibles a la competencia clínica de las enfermeras o a las competencias clínicas específicas. El sentido común parece decir que cuanto más competentes sean los profesionales mejores serán los resultados clínicos; es lógico asumir eso. Sin embargo, el sentido común y las deducciones lógicas no son evidencias. Así que continua el desafio (cuando ya se ha alcanzado algún resultado respecto a resultados sensibles a cuidados) de demostrar que existen cuidados sesibles a la competencia.
Naturalmente, el tema de los resultados sensibles al cuidado es objeto de controversia; se han identificado muy pocos y algunos de los que suponemos son a su vez indicadores clave relacionados con los cuidados de enfermería (tales como el desarrollo de UPP siempre en la cima de los resultados sensibles al cuidado (3)) no tan sensibles a la competencia (4). Además, tratar de distinguir la contribución de enfermería a los resultados clínicos entre los de otros profesionales sumado a las características del centro y del propio paciente es bastante difícil. Sin embrago, hay un resultado principal de cualquier contacto con los servicios de salud que no puede ser discutido en términos de medida y precisión tal es la muerte, y la mortalidad tras la atención sanitaria es un resultado sensible a la enfermería definifitvamente(4). El ejemplo principal es la mortalidad tras cirugía. Si bien hay muchas variables implicadas tales como la competencia quirúrgica o anestésica, por ejemplo, dos aspectos de enfermería parecen estar relacionados con la mortalidad quirúrgica: Pacientes por enfermera y porcentaje de enfermeras con educación superior; la primera relacionada inversamente con la mortalidad y la última directamente relacionada(5). El motivo por el que existe relación entre el número de pacientes por enfermera y la mortalidad es, probablemente, que cuantos más pacientes tiene a su cargo una enfermera es menos posible que pueda atender a todos los aspectos del cuidado con consecuencias adversas. La razón por la que el procentaje de enfermeras con educación superior se relaciona con la muerte de pacientes es menos obvia. Está claro que algo en las tituladas superiores marca la diferencia y que ese efecto es robusto. La educación universitaria busca aumentar la conciencia del profesional sobre las consecuencias de su práctica clínica, incluyendo los resultados en seguridad del paciente. Por tanto el aspecto referido al grado de cualificación debe indicar en qué grado son conscientes de las consecuencias de sus actos y están mejor preparadas para garantizar la seguridad del paciente. Se necesitan más estudios para comprender los "ingredientes" específicos de la educación enfermera que hacen que las enfermeras tituladas proporcionen cuidados más seguros tal y como se miden los resultados tras el alta. Queda por ver si el efecto de la titulación superior de las enfermeras es visible en otras áreas de la práctica clínica, y en términos de satisfacción del paciente, calidad de la atención o rendimiento individual o institucional.
¿Y qué decir de la competencia? La Competencia surge como oposición a los test de inteligencia como forma de entrenar a profesionales cualificados con la idea de que, si entrenas a alguien para hacer algo hará exactamente lo que necesitas(6). Esto es lo deseable para una linea de producción industrial o para tareas repetitivas donde los problemas planteados son siempre los mismos. Sin embargo en enfermería se hace algo más que tareas repetitivas; hace falta capacidad de juicio. Por ejemplo, cualquiera puede aprender a hacer la cura de una herida, pero más allá de eso una enfermera debe: Hacer un juicio (clínico) sobre si la cura debe realizarse, el estado de la herida cuando se hace la cura y si hace falta una acción diferente, le proporciona información al paciente sobre la evolución de la herida y sobre porqué se ha elegido un determinado tratamiento, documenta adecuadamente la cura indicando cuando puede ser necesario un nuevo cambio.
La pregunta es si, en este ejemplo, estamos hablando o no de competencia o si estamos hablando de un mayor nivel de habilidad, descrito por algunos como "capacidad"(7). Sin embargo, la definición de competencia varía y la relación entre competencia y capacidad no está universalmente aceptada. Pese a ello, la competencia, como se concibió originalmente, se quiso describir como un nivel bajo de capacidad que no requeriría necesariamente un alto nivel académico (de hecho, obvia la necesidad de capacidad academica) y probablemente es un término inadecuado para su uso respecto a la educación en enfermería(8). Pero, como se ha indicado más arriba, el término persiste y continua siendo atractivo para quienes tienen algo que ver con la educación a enfermeras especialmente en las universidades y no al nivel de grado. La imagen predominante de la enfermería, predominantemente femenina, de "buen corazón" hace perdurar la creencia que si se tiene "buen corazón" es todo lo que se necesita; quizás sería mejor decir "Si tienes casi decido ser enfermera, es todo lo que necesitas".
Asi, de cara a la persistencia de la noción de competencia, además de comprenderla, está el desafío para sus promotores de demostrar que vale la pena y que diferencia los cuidados de las enfermeras. Claramente, es relativamente fácil obtener una definición de trabajo de competencia en lo que se refiere a como se aplica a los programas de formación de enfermería. A partir de ahí, las competencias específicas (¿o sólo "competencias"?) que se han de lograr se pueden enumerar; en las facultades del Reino unido es así, cada una tiene un largo listado de competencias que se deben alcanzar en las distintas etapas del programa y estos se van "marcando" a medida que el estudiante progresa. Se supone que todas son alcanzadas para permitir que el estudiante se gradue. La sensación de satisfacción alcanzada en las diferentes etapas de ese proceso desde la definición de competencia, pasando por su especificación hasta alcanzar la competencia propuesta es inmensa. Pero queda la pregunta ¿porqué y para qué?.
Creemos que el curriculum universitario debe tener en cuenta un conjunto de competencias que asegure que los nuevos graduados están preparados para garantizar resultados seguros para los pacientes. Pero también creemos que no se deben bloquear a niveles más altos de habilidades o razonamiento -crítico y lógico- que es ofrecidoen el nivel apropiado de educación. Estas habilidades son, sin duda, menos tangibles que las competencias individuales y supuestamente medibles que (cuando se logran) conllevan la etiqueta de "competente". Permitamos que continue la búsqueda de los "ingredientes mágicos" (las competencias) que deben adquirirse para hacer a una enfermera capaz. Si esto puede relacionarse con resultados en los pacientes y, en especial, con supervivencia tras una cirugía, y se identifican las competencias principales que llevan a un cuidado más seguro mucho mejor. Pero sería un riesgo ignorar la evidencia ya existente de que las enfermeras tituladas ofrecen mejores resultados.
Cuando hablamos de resultados negativos para los usuarios de sanidad (Eventos adversos) uno de los planteamientos principales es el de la adecuación del número de profesionales disponibles en relación con las necesidades de atención de los usuarios, pero en estos planteamientos solemos olvidar el aspecto competencial de los profesionales y su influencia en esos resultados.
Pero no hemos de limitar nuestra visión sobre los resultados en los usuarios a aquellos indicadores clave claramente dependientes de los cuidados sino que, para dejar absolutamente demostrada la necesidad de unos cuidados profesionales, debemos apuntar a resultados clínicos "completos" como mortalidad, morbilidad, reingresos...
Sobre ello versaba la editorial de febrero de Journal of advanced nursing firmado por L Sasso, A. Bagnasco y R Watson (1) traducida a continuación, espero que resulte útil.
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La competencia clínica en enfermería sigue insuficientemente definida, difícil de medir y controvertida. Sin embargo, la investigación y la educación sobre competencia continua y, en todo el mundo, la competencia profesional sigue "en agenda"(2). Además de los aspectos anteriores de la competencia, faltan pruebas de que sea directa e independientemente efectiva para mejorar el cuidado. En otras palabras, no sabemos si existen resultados sensibles a la competencia clínica de las enfermeras o a las competencias clínicas específicas. El sentido común parece decir que cuanto más competentes sean los profesionales mejores serán los resultados clínicos; es lógico asumir eso. Sin embargo, el sentido común y las deducciones lógicas no son evidencias. Así que continua el desafio (cuando ya se ha alcanzado algún resultado respecto a resultados sensibles a cuidados) de demostrar que existen cuidados sesibles a la competencia.
Naturalmente, el tema de los resultados sensibles al cuidado es objeto de controversia; se han identificado muy pocos y algunos de los que suponemos son a su vez indicadores clave relacionados con los cuidados de enfermería (tales como el desarrollo de UPP siempre en la cima de los resultados sensibles al cuidado (3)) no tan sensibles a la competencia (4). Además, tratar de distinguir la contribución de enfermería a los resultados clínicos entre los de otros profesionales sumado a las características del centro y del propio paciente es bastante difícil. Sin embrago, hay un resultado principal de cualquier contacto con los servicios de salud que no puede ser discutido en términos de medida y precisión tal es la muerte, y la mortalidad tras la atención sanitaria es un resultado sensible a la enfermería definifitvamente(4). El ejemplo principal es la mortalidad tras cirugía. Si bien hay muchas variables implicadas tales como la competencia quirúrgica o anestésica, por ejemplo, dos aspectos de enfermería parecen estar relacionados con la mortalidad quirúrgica: Pacientes por enfermera y porcentaje de enfermeras con educación superior; la primera relacionada inversamente con la mortalidad y la última directamente relacionada(5). El motivo por el que existe relación entre el número de pacientes por enfermera y la mortalidad es, probablemente, que cuantos más pacientes tiene a su cargo una enfermera es menos posible que pueda atender a todos los aspectos del cuidado con consecuencias adversas. La razón por la que el procentaje de enfermeras con educación superior se relaciona con la muerte de pacientes es menos obvia. Está claro que algo en las tituladas superiores marca la diferencia y que ese efecto es robusto. La educación universitaria busca aumentar la conciencia del profesional sobre las consecuencias de su práctica clínica, incluyendo los resultados en seguridad del paciente. Por tanto el aspecto referido al grado de cualificación debe indicar en qué grado son conscientes de las consecuencias de sus actos y están mejor preparadas para garantizar la seguridad del paciente. Se necesitan más estudios para comprender los "ingredientes" específicos de la educación enfermera que hacen que las enfermeras tituladas proporcionen cuidados más seguros tal y como se miden los resultados tras el alta. Queda por ver si el efecto de la titulación superior de las enfermeras es visible en otras áreas de la práctica clínica, y en términos de satisfacción del paciente, calidad de la atención o rendimiento individual o institucional.
¿Y qué decir de la competencia? La Competencia surge como oposición a los test de inteligencia como forma de entrenar a profesionales cualificados con la idea de que, si entrenas a alguien para hacer algo hará exactamente lo que necesitas(6). Esto es lo deseable para una linea de producción industrial o para tareas repetitivas donde los problemas planteados son siempre los mismos. Sin embargo en enfermería se hace algo más que tareas repetitivas; hace falta capacidad de juicio. Por ejemplo, cualquiera puede aprender a hacer la cura de una herida, pero más allá de eso una enfermera debe: Hacer un juicio (clínico) sobre si la cura debe realizarse, el estado de la herida cuando se hace la cura y si hace falta una acción diferente, le proporciona información al paciente sobre la evolución de la herida y sobre porqué se ha elegido un determinado tratamiento, documenta adecuadamente la cura indicando cuando puede ser necesario un nuevo cambio.
La pregunta es si, en este ejemplo, estamos hablando o no de competencia o si estamos hablando de un mayor nivel de habilidad, descrito por algunos como "capacidad"(7). Sin embargo, la definición de competencia varía y la relación entre competencia y capacidad no está universalmente aceptada. Pese a ello, la competencia, como se concibió originalmente, se quiso describir como un nivel bajo de capacidad que no requeriría necesariamente un alto nivel académico (de hecho, obvia la necesidad de capacidad academica) y probablemente es un término inadecuado para su uso respecto a la educación en enfermería(8). Pero, como se ha indicado más arriba, el término persiste y continua siendo atractivo para quienes tienen algo que ver con la educación a enfermeras especialmente en las universidades y no al nivel de grado. La imagen predominante de la enfermería, predominantemente femenina, de "buen corazón" hace perdurar la creencia que si se tiene "buen corazón" es todo lo que se necesita; quizás sería mejor decir "Si tienes casi decido ser enfermera, es todo lo que necesitas".
Asi, de cara a la persistencia de la noción de competencia, además de comprenderla, está el desafío para sus promotores de demostrar que vale la pena y que diferencia los cuidados de las enfermeras. Claramente, es relativamente fácil obtener una definición de trabajo de competencia en lo que se refiere a como se aplica a los programas de formación de enfermería. A partir de ahí, las competencias específicas (¿o sólo "competencias"?) que se han de lograr se pueden enumerar; en las facultades del Reino unido es así, cada una tiene un largo listado de competencias que se deben alcanzar en las distintas etapas del programa y estos se van "marcando" a medida que el estudiante progresa. Se supone que todas son alcanzadas para permitir que el estudiante se gradue. La sensación de satisfacción alcanzada en las diferentes etapas de ese proceso desde la definición de competencia, pasando por su especificación hasta alcanzar la competencia propuesta es inmensa. Pero queda la pregunta ¿porqué y para qué?.
Creemos que el curriculum universitario debe tener en cuenta un conjunto de competencias que asegure que los nuevos graduados están preparados para garantizar resultados seguros para los pacientes. Pero también creemos que no se deben bloquear a niveles más altos de habilidades o razonamiento -crítico y lógico- que es ofrecidoen el nivel apropiado de educación. Estas habilidades son, sin duda, menos tangibles que las competencias individuales y supuestamente medibles que (cuando se logran) conllevan la etiqueta de "competente". Permitamos que continue la búsqueda de los "ingredientes mágicos" (las competencias) que deben adquirirse para hacer a una enfermera capaz. Si esto puede relacionarse con resultados en los pacientes y, en especial, con supervivencia tras una cirugía, y se identifican las competencias principales que llevan a un cuidado más seguro mucho mejor. Pero sería un riesgo ignorar la evidencia ya existente de que las enfermeras tituladas ofrecen mejores resultados.
- Sasso L, Bagnasco A, Watson R. Competence-sensitive outcomes. J Adv Nurs [Internet]. 1 de febrero de 2016 [citado 12 de marzo de 2016];n/a - n/a. Recuperado a partir de: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jan.12941/abstract
- Yanhua C. & Watson R. (2011) A review of clinical competence assessment in nursing. Nurse Education Today 31, 832–836.
- Maben J., Morrow E., Ball J., Robert G. & Griffiths P. (2012) High Quality Metrics for Nursing King's College, London.
- Griffiths P., Jones S., Maben L. & Murrels T. (2008) State of the Art Metrics for Nursing: A Rapid Appraisal King's College, London
- Aiken L.H., Sloane D.M., Bruyneel L., Van den Heede K., Griffiths P., Busse R., Diomidous M., Kinnunen J., Kózka M., Lesaffre E., McHugh M.D., Moreno-Casbas M.T., Rafferty A.M., Schwendimann R., Scott A.P., Tishelman C., van Achterberg T. & Sermeus W. (2014) Nurse staffing and education and hospital mortality in nine European countries: a retrospective observational study. The Lancet 383, 1824–1830.
- Watson R. (2002) Clinical competence: starship enterprise or straitjacket? Nurse Education Today 22, 476–480
- Stephenson J. & Yorke M. (1998) Capability and Quality in Higher Education Kogan Page, London.
- Watson R. (2006) Is there a role for higher education in preparing nurses? Nurse Education Today 26, 622–626
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