La entrada es un pequeño homenaje a Tom Ferguson, impulsor de estos postulados desde los años 70 y que predijo antes de la irrupción de internet como medio de masas que la tecnología de la información acabaría por cambiar la sanidad tal y como la entendemos.
Hay una afirmación desafiante:
En la era industrial, los medios de producción y la capacidad de crear valor se centraron en grandes instalaciones. Si no tenias la fábrica, no tenías poder ni libertad.En nuestro entorno aún estamos en una transición desde la sanidad "industrial" que 'produce' no se sabe bien lo qué...(bueno, un laboratorio o un servicio de diagnóstico por imagen o un bloque quirúrgico aún pueden hablar de producción; pero la sanidad en si...) Y lo hace en grandes instalaciones y es en ellas donde se crea valor; es más, los pequeños "artesanos" de las sanidad son una especie en extinción.
En la era de la información, quien tiene acceso a la misma tiene acceso al poder y a crear valor.
Es un sistema hospitalocentrista, centrado en los medios y que trabaja a ciegas ignorando en gran medida las preferencias del paciente y todo lo que este y su red social pueden hacer por su salud.
La representación gráfica de esto viene en ese articulo así:
El avance por la pirámide hacia su cumbre maximiza el beneficio económico (recordar que en EEUU estamos hablando de un entorno de sanida privada) y minimiza la atención al paciente.
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Hacia la sanidad "informada".
Y eso ¿qué viene siendo? Aquella en la que ese artesano desauciado por los industrialistas se "arma" con acceso a la información de modo que sean capaces ayudar al paciente a elegir mejor qué "producto" necesita y en qué "fábrica" comprarlo...pero la información no llega sólo a los profesionales sino que llega también por otras vías a los pacientes que pueden realizar sus propias composiciones de lugar (positivas y negativas) y tomar algunas decisiones (acertadas o no) por sí solos o con su entorno social próximo.
Pero la información por si sola no basta, es necesario un cambio cultural muy profundo; tanto como para invertir la piramide de modo que la sanidad empiece en el autocuidado, continue por la red social del paciente y su entorno y encuentre en el entorno profesional un apoyo que le facilite el acceso, un socio que lo asesore y una autoridad que lo conduzca unicamente cuando sea necesario. Un sistema que potenciase al paciente.
Todo esto lo vió Tom Ferguson y lo reflejó en esta imagen.
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Pero aún se puede ir más allá. Hacia la sanidad "inteligente" en la que los datos epidemiológicos, genéticos, medioambientales permitan diseñar actuaciones preventivas que a medio y largo plazo eviten los problemas de salud y sus costosos tratamientos... Una sanidad integrada como política horizontal en cómo son los sitios que habitamos, los alimentos que ingerimos, los medios que utilizamos...con decisiones tomadas sobre las sólidas bases de los conocimientos científicos algo que las organizaciones supranacionales están empezando a considerar.
EDICIÓN 18/8
Abundando en el concepto de "sanidad industrial" y en su enfoque erróneo quiero citar una entrada del 22 de Julio del blog Kevin MD (uno de los que intento seguir desde hace más tiempo) cuyo titular es toda una declaración "América tiene una industria de la enfermedad, no un sistema de salud" (perdón por la alteración de esta traducción) en esto ha entrado el amigo Bonis con su habitual martillo de reflejos para señalar que las evidencias sobre las inversiones en prevención no son nada buenas. Claro que ese artículo se enfoca a la prevención 'industrializable' pero las políticas preventivas que yo he citado como parte de una sanidad "inteligente" no se basan en rastreos indiscriminados de un resultado analítico o en la realización de una prueba invasiva o de diagnóstico por imagen a un gran grupo poblacional 'en riesgo'...siguiendo la vereda de lo conocido encuentro que la mayor disminución de la mortalidad la trajeron infraestructuras realizadas con cargo a presupuestos no sanitarios (alcantarillado, agua potable...) pero pensadas como políticas de salud pública.