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Amosando publicacións coa etiqueta Primun non nocere. Amosar todas as publicacións
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Centrando la investigación en el usuario


https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdmn8MXfYPq9JcbuLlZwGUBRJ4xuSPTt3SnRDn5zvqLcPn_ZQ/viewform?fbzx=4365559460321247000

Hace 4 años señalabamos el creciente papel de las asociaciones de usuarios como captores y gestores de fondos de investigación con ejemplos de cómo organizaban estudios como ensayos clínicos según las preferencias de los usuarios.

Hoy volvemos a la carga y vamos a entrar en detalle pues en estos días la James Lind Alliance (Organización que reune a profesionales, pacientes y cuidadores) tiene abierto su proceso de establecimiento de prioridades.

El sistema trabaja en 2 niveles; por una parte las "Initial surveys" encuestas más abiertas en las que se invita a los participantes (a veces en general a veces dirigidos a personas relacionadas con la patología en cuestión) a plantear preguntas o comentarios tienen sobre el tema que la investigación podría ayudar a resolver.

Por otra parte las "Interim prioritisation surveys" en la que los participantes deben indicar entre una serie de preguntas seleccionadas en el paso anterior cuales son las 10 principales que deberían investigarse indicando su orden de preferencia.

A modo de ejemplo me he bajado el excel de la encuesta de priorización sobre infecciones relacionadas con la atención sanitaria y me encuentro con estas 50 preguntas:

1. ¿Cuál es el papel del cambio de las bacterias en los pacientes o en el medio ambiente en el desarrollo de la infección en el hospital?   
2. ¿Cómo podemos cambiar el comportamiento de los profesionales sanitarios para que sigan las mejores prácticas en la prevención y el control de las IRAS?   
3. ¿Cuáles son las alternativas al aislamiento en una sola habitación de las personas con bacterias resistentes a los antibióticos para que se pueda mejorar el cuidado de dichas personas?   
4. ¿Cómo podemos mejorar los recursos de que disponen los profesionales sanitarios, los voluntarios y los limpiadores y mejorar sus conocimientos y formación para una mejor identificación, prevención y tratamiento de las IRAS?   
5. ¿Los antibióticos de un solo día son mejores que un ciclo más prolongado de antibióticos en el tratamiento de la infección urinaria?   
6. ¿Cuál es el mejor tratamiento antibiótico para la infección urinaria?   
7. En las personas con bacterias resistentes a los antibióticos, ¿cuál es el impacto del aislamiento en una habitación individual en comparación con la atención habitual en hospitalización convencional y en salud mental de la persona con resistencia a los antibióticos y en la prevención de la transmisión de infecciones a otras personas?   
8. ¿Cómo podemos alterar la percepción pública de los antibióticos para garantizar que no se usen antibióticos para enfermedades para las que no hay beneficio?   
9. ¿Debería revisarse periódicamente la necesidad de sondas urinarias en personas con sondas urinarias a largo plazo?   
10. ¿Pueden las pruebas bacterianas en el punto de atención (pruebas bacterianas de cabecera) disminuir el uso de antibióticos en la atención primaria y disminuir la resistencia comunitaria a los antibióticos?   
11. ¿Cómo se pueden identificar las infecciones a tiempo?   
12. ¿Cómo se puede disminuir el desarrollo y la severidad de las infecciones del tracto urinario en los ancianos?   
13. ¿Cómo comparar el calentamiento por contacto directo con el calentamiento por aire forzado en la prevención de infecciones de herida quirúrgica en intervenciones de más de 90 minutos?
14. ¿Cómo puede el trabajo en colaboración con los pacientes ayudar a los investigadores a desarrollar métodos para aumentar el cumplimiento de la higiene de manos en los hospitales?   
15. ¿Cómo se pueden prevenir las neumonías en los ancianos hospitalizados?   
16. ¿El uso rutinario de batas y guantes para todas las personas previene el desarrollo de las IRAS en pacientes hospitalizados?   
17. ¿Cómo podemos sensibilizar a los profesionales de la salud sobre la sepsis?   
18. ¿Puede la nanotecnología resultar en mejores tratamientos para la infección?   
19. ¿Cómo se compara la dosificación antimicrobiana individualizada con el régimen de dosificación estándar en pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos con infecciones?   
20. ¿Pueden las políticas de administración de antibióticos disminuir la resistencia a los antibióticos o causan algún daño a los pacientes?  
21. ¿Cómo podemos prevenir que el Clostridium difficile produzca toxinas y esto reduce las muertes?   
22. ¿Disminuye el alta temprana de los pacientes del hospital las IRAS?   
23. ¿Pueden las pruebas rápidas en el punto de atención (pruebas a pie de cama) para detectar infecciones en el momento de la admisión en el hospital reducir las IRAS, la duración de la estancia hospitalaria y las muertes de las personas que requieren hospitalización?   
24. ¿Cómo podemos mejorar la prescripción antimicrobiana por parte de los profesionales en formación?   
25. ¿Es eficaz el cribado y aislamiento de pacientes con bacterias resistentes a los antibióticos (para disminuir la transmisión de infecciones y muertes)?   
26. ¿Cuál es el agente de limpieza más eficaz para prevenir los organismos resistentes a múltiples medicamentos?   
27. ¿Cuál es el riesgo de colonización con organismos gram negativos multirresistentes e infección por Clostridium difficile en el público en general que toma inhibidores de la bomba de protones?   
28. ¿La terapia antibiótica ambulatoria es mejor que la terapia antibiótica hospitalaria en personas que requieren antibióticos intravenosos?   
29. ¿Mantener las vías intravenosas (IV) conectadas durante 72 horas disminuye las IRAS en comparación con la conexión y desconexión frecuente de las vías IV?   
30. ¿Deberían las personas en riesgo de desarrollar IRAS someterse a análisis de sangre de forma rutinaria?      
31. ¿Los bacteriófagos son mejores que los antibióticos en personas con bacterias resistentes a los antibióticos?   
32. ¿Cuán válidas son las pruebas in vitro (pruebas de laboratorio) para comprobar si un antibiótico funcionará en personas con bacterias multirresistentes?   
33. ¿Cómo se compara el secado de manos mediante aire caliente con las toallas de papel y las toallas textiles en la prevención de las IRAS?   
34. ¿Los enterococos resistentes a los carbapenemas (CRE, por sus siglas en inglés) se propagan a través del uso compartido de inodoros, el contacto con profesionales de salud, fontanería o artículos de limpieza?   
35. ¿La prescripción de antibióticos basada en la proteína C reactiva en el punto de atención (a pie de cama) para diagnosticar una infección bacteriana disminuye la cantidad de prescripción de antibióticos, la resistencia a los antibióticos y el ingreso al hospital debido a la neumonía adquirida en la comunidad?   
36. ¿Cuál es el riesgo que representan para los pacientes ingresados en el hospital los visitantes en la propagación de las infecciones, incluyendo el Norovirus y la gripe?   
37. ¿Cómo podemos educar a los pacientes para que busquen signos clínicos de las IRAS?   
38. ¿Cuáles son los niveles óptimos de personal y experiencia en la unidad de control de infecciones hospitalarias para prevenir las IRAS?
39. ¿Cómo podemos evitar que las enfermeras reutilicen las toallitas antimicrobianas?   
40. ¿Disminuye las IRAS una mejor limpieza de los baños, inodoros y la disponibilidad de productos de limpieza adicionales para los pacientes?      
41. ¿Cuan efectivo es el gel de solución hidroalcoholica para prevenir las IRAS?   
42. ¿La capacitación en prevención y control de infecciones de pacientes y cuidadores ayuda en la prevención de infecciones en pacientes vulnerables que están siendo atendidos en sus propios hogares?   
43. ¿Evitan las IRAS las griferías, las tapas de los inodoros y la apertura de las puertas en los hospitales?   
44. ¿La disminución del uso de antimicrobianos por parte de los profesionales de la salud disminuye la resistencia a los antibióticos?   
45. ¿Cuál es el mejor tratamiento antibiótico para los pacientes con neumonía asociada a ventilación mecanica?   
46. ¿La limpieza de las áreas de los pacientes entre el alta de uno y el ingreso del siguiente previene las IRAS?   
47. ¿Cómo podemos mejorar el cumplimiento por parte de los profesionales sanitarios del uso de guantes y batas para prevenir las IRAS?   
48. ¿Cómo se compara la atención ambulatoria con la atención hospitalaria en pacientes con úlceras en miembros inferiores?   
49. ¿Con qué frecuencia se lavan las manos las enfermeras que atienden a pacientes con Clostridium difficile o Norovirus?   
50. ¿Cómo podemos mejorar la higiene general y la higiene de las manos en los visitantes del hospital?

A mi no deja de sorprenderme la complejidad de las preguntas, algunas de las cuales damos por asentadas y no deja de intrigarme pensar qué priorización saldría si se hiciera esta encuesta en España y me pregunto ¿Porqué no se hace?.

Y tú ¿qué 10 priorizarías?



La conexión muerta ENFIt y Neonatología #SegPac

En un entorno complejo todo cambio comporta un riesgo y es tan importante que la metodología trabaje prospectivamente en evitarlo (Usando técnicas como AMFE) como tener mecanismos que permitan identificar incidentes y eventos adversos y actuar sobre sus causas.

Llego a este problema gracias a Edita Falcó.

En el caso de ENFit parecía que lo primero se hizo bien y lo segundo parecía estar funcionando pero con lentitud.

Hace 3 años comentábamos la llegada a Europa de los dispositivos bajo la norma  ISO 80369-3 conocidos como ENFit diseñados en torno a 2010-2011 por consenso de buen número de fabricantes agrupados en la Global Enteral Device Supplier Association (GEDSA) para dar respuesta al grave problema de los errores de administración de productos pensados para la vía enteral por vía parenteral que en España se dio a conocer por el triste caso del bebé Ryan que tan mal se manejó a nivel de personas tanto por el gerente del centro sanitario como por el CGE.

Lo cierto es que ENFit acarrea un problema importante justamente en el área de la Neonatología en la que el pequeño volumen de las dosis y el extendido uso de la vía enteral hacen de cualquier error un asunto a tener en cuenta.

El asunto era conocido por GEDSA seguramente desde antes pero se hizo público cuando la sociedad francesa de neonatología lo publicó en su boletín de marzo de 2016(pag 2) (Resumen en castellano). En ese boletín manifiestan que desde 2012 venían advirtiendo a ISO sobre el problema que ilustran estas imágenes


Las conexiones ENFit presentan un alto volumen "muerto" que es desplazado mecánicamente al realizar la conexión macho-hembra. Algo que los propios fabricantes podrían haber sabido que representaría un problema cuando se habla de dosis pequeñas pero que no se abordó en su momento.

Los errores de dosificación declarados no son baladíes:


Todo ello está viene, además "aliñado" con los inevitables intereses economicos y comerciales inherentes a una actividad que mueve tanto dinero y es que GEDSA no engloba a toda la industria y BD ya les advirtió en 2015 del problema señalando que no retiraría sus sistemas antiguos del mercado hasta que se resolviera.

En 2016 GEDSA presentó ENFit LDT (low dose tip) como respuesta al problema proclamando en una publicación de octubre que esta:
...performs substantially equivalent to existing male (oral) tip syringues (p<0,05)
Esto no ha convencido a BD que en este escrito de Julio de 2016 (hecho público en Septiembre) insiste en que ni las jeringas ni las conexiones cumplen con otra norma ISO; la 7886-1 y que, además, los conectores ENFit LDT presentan ciertas incompatibilidades y que el sistema de trabajo con ellos requiere una serie de manipulaciones (descritos en la presentación) que vuelven a introducir el fantasma del error humano en la conexión.

GEDSA respondió publicamente en Noviembre de 2016 acusando a BD de confundir los términos de fiabilidad de graduación de las jeringas con los de dosis administrada,  que no hay estándares de fiabilidad de dosificación de los sistemas enterales y que para diseñar ENFit LDT se usó como referencia la fiabilidad de dosificación de una muestra de sistemas orales del mercado cumpliendo con ello (aludiendo al estudio ya señalado).

Respecto a las alteraciones en el sistema de trabajo que BD dice que provoca el uso de ENFit LDT GEDSA se limita a decir que ha realizado estudios de usabilidad con grupos en todo el mundo y que las manipulaciones de enrase son las habituales de los sistemas tomados como referencia.

Esta úlitma carta de GEDSA saca a la luz el peligroso tinte de guerra comercial que ha tomado este tema y que en el sistema regulatorio americano confieso que ignoro cómo se abordará; por lo pronto la FDA le ha dado a ENFit LDT su habilitación para el uso.

Pero el tema no ha parado ahí e impicitamente alguno de los componentes de GEDSA ha venido a reconocer que la solución no lo era tanto pues este mismo año ha puesto en el mercado productos que no sólo proclaman un volumen muerto muy bajo sino que usan el boletín de la sociedad francesa de neonatología para justificar su decisión de introducir en el mercado una nueva versión de sus viejos sistemas.

Así pues hay un problema de seguridad con la medicación a administrar por vía enteral (y oral) a los neonatos y dado el tiempo que llevamos así parece razonable que las autoridades reguladoras tomen cartas en el asunto.

En España como no he podido entrar en la página de la SEEN he ido a la página de la sociedad española de neonatología no contiene información al respecto y su publicación de 2014 sobre nutrición enteral y parenteral para neonatos no hace ninguna referencia ni al problema de la dosificación ni al propio ENFit.


La seguridad del paciente quirúrgico en España #SegPac #IQZ

Los grandes proyectos vistos por la enfermería.


A continuación publico el contenido que comparto hoy en el marco de las "Jornades d'infermeria quirúrgica dels pirineus".

¿Cómo una única enfermera puede “representar” la imagen de la seguridad del paciente quirúrgico en todo un país?

Para tratar de afrontar este reto se podía intentar hacer acopio de las abundantes guías de práctica existentes a lo largo de la geografía estatal y de las publicaciones de tantas compañeras incluso las propias en la implantación de las mismas; pero consideramos más oportuno para una mesa de debate tratar de traer una visión realista de la situación para tratar de identificar los problemas y sus posibles causas a fin de, entre todos, pensar en líneas de abordaje para solucionarlos.

Para ello creamos una encuesta usando la herramienta online Google drive centrada en los dos grandes proyectos de seguridad del paciente quirúrgico en España: El Listado de verificación de seguridad quirúrgica (LVSQ) y el proyecto Infección Quirúrgica Zero (IQZ). Del primero inquirimos tanto la plasmación real del proyecto a la vista de las enfermeras que responden la encuesta como algunos detalles de cuan correcta es la aplicación del listado, las  barreras que ellas identifican en su realización (sobre la base de las barreras identificadas en la bibliografía y permitiendo respuesta múltiple) y la forma en la que realizando el LVSQ. De IQZ  indagamos tanto el conocimiento del proyecto en sí como el actual estado de aplicación en sus centros de cada uno de los elementos de bundle que comprende la iniciativa. Para terminar quisimos conocer su impresión sobre la implicación de las diferentes categorías profesionales en lo referente a las actividades de seguridad del paciente en el quirófano.

La encuesta (aún disponible aquí) se elaboró con la ayuda de un grupo de enfermer@s quirúrgicas de toda España y su test final se distribuyó desde inicios del mes de Julio usando como medios de distribución inicialmente el correo electrónico y el whatsapp y posteriormente Twitter. Quiero agradecer aquí a las compañeras que respondieron la encuesta y a las personas de todo el sector que colaboraron en su difusión.
En el momento de redactar esta ponencia se habían obtenido 96 respuestas. En los datos demográficos recibidos vale la pena señalar que se vislumbra un relevo paulatino en la enfermería quirúrgica pasando de una mayoría de profesionales que ha tenido todo su recorrido profesional como enfermera en quirófano a una situación en la que se incorporan más profesionales procedentes de otras áreas. En la distribución por CCAA reconocer un sesgo importante por la ausencia de respuestas de la comunidad de Madrid.

Una gran mayoría de las respuestas fueron de mujeres (74%), con un 84% de Diplomadas universitarias. Un 58% había realizado algún tipo de estudio de postgrado de las cuales por ahora sólo un 7% ha realizado el doctorado.

73% trabajan en instituciones públicas gestionadas de forma tradicional y un 63% en hospitales de tamaño medio con entre 5 y 9 especialidades quirúrgicas con programación semanal fija.

Respecto al LVSQ un 94% manifestó que en su centro existe, un 3% que sólo se aplica en algunas intervenciones o especialidades y un 3% no disponen de LVSQ en su centro. La distribución presentó diferencias significativas entre las CCAA de procedencia de las profesionales, la gestión de la institución (un 14% de las privadas manifestó NO tener LVSQ) y el tamaño de la misma.

Sólo un 61% manifestó disponer de un documento que detalla cómo ha de realizarse el LVSQ y un 63% dijo que en su centro NO se realiza el “Time out” o parada previa a la incisión; tan sólo un 4% declaró que el “Time out” se realiza estando presente todo el equipo. Respecto al “Time out” se encontraron diferencias significativas entre las CCAA.
Sólo un 40% de las personas que contestaron consideran que el LVSQ se realiza de forma operativa y útil encontrándose diferencias significativas entre las distintas CCAA.

Las principales barreras identificadas fueron el llamado “Efecto sodoku” (cubrir el listado una vez realizada la intervención) (señalado por un 46,9% de las respuestas) y la mala comunicación entre profesionales (también señalado por un 46,9% de las respuestas). Sólo un 1% de los profesionales considera la posible reacción de los pacientes como una barrera a la realización del LVSQ.

La relación con los pacientes al realizar el LVSQ se configura principalmente presentándose al mismo (un 81,3% dice hacerlo), explicándole que va a realizar una verificación (62,5% de las respuestas) y estableciendo contacto visual con él (61,5%).

Respecto al proyecto IQZ un 62% de los encuestados dijo conocerlo y un 21% dijo que lo conocía pero no en profundidad. No se encontraron diferencias en la respuesta ni relacionadas con factores demográficos ni dependientes de la CCAA o tipo de institución. Añadir que en otro estudio online recientemente realizado sobre un total de 256 enfermeras de todos los ámbitos de trabajo sólo un 26% dijo conocer el proyecto siendo la mayoría de quienes manifestaron conocerlo personas en puestos de gestión bien en las consejerías bien en los centros sanitarios, esto da una idea respecto a que este proyecto aún está en su periodo de difusión y es de esperar que el “contagio vertical” llegue a más profesionales.

Iremos repasando las 5 recomendaciones principales del bundle y comentando las respuestas obtenidas en la encuesta.

IQZ recomienda afinar la profilaxis antibiótica en virtud del tipo de intervención, peso y función renal del paciente así como realizar un recordatorio de la necesidad de redosificación.
Respecto a la profilaxis antibiótica se corrobora una gran variabilidad en la realización de la comprobación de dicha medida.
Sólo un 32% manifestó que se realiza un control de redosificación de la profilaxis antibiótica y un 43% dijo que se realiza sólo en algunos casos.
IQZ señala como mejor opción para la preparación del campo el uso de la Clorhexidina alcohólica al 2% señalando como puntos críticos la adecuada higiene del paciente, la aplicación mediante la técnica back and forth durante al menos 30" y dejar secar 2'.

El antiséptico habitual más mencionado resultó ser la Clorhexidina alcohólica con un 60% de las respuestas. De los puntos críticos el que más respuestas cosechó como "mejor realizado" fue la aplicación en bandas pero sin diferencia estadística significativa con el resto. El punto crítico que más respuestas cosechó como "peor realizado" de forma significativa fue el tiempo de secado de 2' con un 54% existiendo además diferencias significativas entre las distintas CCAA.
Un 16% de las personas que contestaron a la encuesta manifestaron haber presenciado algún incidente con ignición del antiséptico por no dejarlo secar adecuadamente.

Aunque el proyecto IQZ realiza como primera recomendación la no eliminación del vello y como segunda recomendación realizarlo con cortadora eléctrica hemos preferido centrarnos en esta segunda opción pues casi en ningún centro se está realizando la primera.

Apenas un 55% de las personas que respondieron dijeron que en sus centros se usa la cortadora eléctrica encontrándose diferencias significativas entre una CCAA y el resto.
Al preguntarle por su foco de observación al comprobar la retirada de vello la mayoría (63,5%) se manifestó que vigila principalmente la extensión de la misma, un 53,1% dijo vigilar la integridad cutánea y un 27,1% señaló que vigila la correcta higiene del paciente.

Respecto a la normotermia IQZ señala su prevención como opcional y enumera una serie de medidas que van desde la temperatura ambiental hasta el uso de diversos tipos de calentadores partiendo de la base de la existencia de un protocolo que permita a todos los profesionales actuar de forma uniforme al respecto.
Sólo un 31% de las encuestadas dijeron tener dicho protocolo. Respecto a la disponibilidad de los distintos equipos o medidas de normotermia la más señaladas como disponibles son los cobertores de calor (95,8%) y los calentadores de fluidos (89,6%).

Igualmente el mantenimiento de la normoglucemia es señalada en IQZ como opcional haciendo hincapié en la disponibilidad de equipos de control en el quirófano y de protocolos y procedimientos claros de identificación y actuación.
En nuestra encuesta un 41% de los informantes manifestaron disponer de un protocolo de control de la glucemia y un 78% dijo disponer de equipos para el control de la glucemia en el quirófano.

Las respuestas de la encuesta señalaron a la enfermería quirúrgica como la más implicada en las medidas de seguridad del paciente en quirófano seguida de la enfermería de anestesia, los anestesistas y los cirujanos estos últimos ya con diferencias significativas respecto a l@s primeros.

Tenemos pues un largo camino por delante para consolidar una auténtica cultura de seguridad en el quirófano y para homogeneizar las medidas que recomiendan los grandes proyectos de seguridad del paciente en nuestro ámbito de actuación y no podemos mantener un papel pasivo o ponernos de lado; sabemos cuáles son nuestras responsabilidades y que su cumplimiento no se limita a cada individuo que cuidamos sino que comprende a dotar a nuestros entornos de herramientas que garanticen todo lo posible que a los pacientes no les ocurra nada que no debería por el hecho de pasar por quirófano.

Os dejo también la presentación con los gráficos.

Frótame con clorhexidina hasta que me saques... #IQZ

Cuando en marzo comentamos el proyecto IQZ no entramos en detalle de las medidas. Hoy hablamos de la recomendación relativa a la preparación de la piel usando Clorhexidina alcoholica (CA) al 2%.

 Esta es la diapositiva que resume la recomendación.

La superioridad de la CA 2% sobre la povidona yodada está basada en dos revisiones sistemáticas y metanálisis de ECAs (ver en web del proyecto), pero está claro que no se puede aplicar en todos los campos (por su contenido alcoholico) por ejemplo en los campos de oftalmología.

Su propia naturaleza alcoholica trae aparejada dos cuestiones; una es que una parte de su mecanismo de acción tiene que ver con la evaporación del alcohol por lo que es necesario DEJAR SECAR la zona en cuestión. La otra es relativa a la seguridad y es que todos deberíamos recordar que EL ALCOHOL ES COMBUSTIBLE.

Por otro lado el proyecto introduce unos cambios relacionados con una de las ventajas de la CA: Su capacidad de penetrar en la piel. La aplicación en bandas consecutivas de un lado a otro "frotando fuertemente".

Y aquí llegamos a nuestro foco: Dado el caracter líquido de la CA2% es muy fácil que al aplicarlo parte del líquido se deslize o derrame por el campo (sobre todo si se usan las torundas tradicionales), si estamos usando una presentación con tinción la zona quedará marcada, pero ojo no "frotada".

Por otra parte la fricción con las torundas habituales no parece ser tan efectiva a la hora de facilitar la penetración de la CA2% en las capas profundas de la piel removiendo la primera capa de la epidermis por todo ello se empieza a imponer la idea del uso de aplicadores precargados que evitarian en cierta medida los derrames al limitar el volumen de CA2% disponible.

Así pues la recomendación es FROTAR en bandas consecutivas evitando derramar la solución y hacerlo hasta estar seguros de que la penetración en la piel ha sido efectiva.

Para finalizar la entrada quiero compartir ahora los resultados que respecto a esta recomendación concreta de IQZ ha obtenido la encuesta que amablemente han cumplimentado 96 enfermeras de bloque quirúrgico de España y que será el cuerpo de mi ponencia en las Jornades D'infermería quirúrgica dels pirineus el próximo día 9.

En lo relativo al uso de Clorhexidina (en los campos en los que está recomendada) tenemos que sólo un 60% de las encuestadas manifestaron que la CA2% era el antiséptico habitual.


Respecto a tiempo de aplicación, tiempo de secado, al control de derrames y a la aplicación "en bandas" se preguntó tanto cual era la recomendación mejor cumplida como la peor cumplida con estos resultados:


Mientras que como aplicación mejor cumplida no hubo una recomendación que destacase significativamente si encontramos que el tiempo de secado es claramente la recomendación peor cumplida.

Esto se relaciona con la otra pregunta sobre la CA2% que hicimos en la encuesta: La experiencia en ignición de antiséptico en el que un 16% de las encuestadas afirmaron haber presenciado dicho evento.


Como siempre os dejo con preguntas... aunque no relativas al campo quirúrgico. Si la CA2% es también el antiséptico recomendado en otros proyectos zero ¿se siguen estas recomendaciones de uso?.

De la culpa líbranos.... gestor #SegPac




Desde que la publicación de "To err is human" el estudio de los eventos adversos en sanidad y de qué medidas tomar para su prevención y mitigación ha venido acompañado de la creación de lo que se dio en llamar una "cultura de seguridad" que tiene entre sus caracteristicas definitorias la creación de entornos "libres de culpa" de forma que el abordaje de los eventos adversos se pudiera centrar en los fallos "de sistema" y no en los individuos que se vieron implicados en el evento.

En Inglaterra y gales funciona desde 2003 el "National Reporting and Learning System(1)" (NRLS) un sistema voluntario en el que los profesionales informaban de los incidentes y eventos adveros, su naturaleza y sus posibles causas de forma voluntaria, desde 2010 este sistema pasó a ser obligatorio para los eventos adversos que dieron como resultado un daño severo o muerte. Este sistema ha acumulado ya más de 14 millones de registros en su base de datos.

Recientemente se ha publicado un estudio de métodos mixtos (2) en el que se analiza la naturaleza de la culpa atribuída en los informes del NRLS. El estudio se centró en los informes referidos a atención primaria incluyendo una muestra de 2679 informes sobre los que se realizó un abordaje secuencial estudiandolos primero de forma cualitativa y luego cuantitativamente. Se codificó el texto usando el sistema de clasificación de seguridad del paciente en atención primaria (PISA)(3) para clasificar los incidentes y se codificó la atribución de culpa conforme a un marco elaborado por los investigadores y testado en una muestra de 268 informes de incidente.

Los tipos de culpa en los que se clasificó los informes que contenían esa atribución fueron básicamente "reconocimiento de responsabilidad personal" y "Culpabilización directa" (ver figura al inicio de la entrada).

Un 45% de los informes atribuían la culpa del evento adverso, de ellos un 92% la atribuia directamente a otro profesional en concreto o de forma inespecífica y un 2% atribuiía la culpa al profesional que realizaba el informe bien por su propia percepción o porque otro se lo había trasladado así. La atribución de 1 o más factores contribuyentes al error se asoció con la atribución directa de culpa. La atribución directa de culpa a otro fue mas probable en situaciones de planificación del alta, comunicación, referencias y diagnósticos y evaluación.

Sabemos que el temor a la responsabilidad personal es un factor que limita el uso de los sistemas voluntarios de notificación y aprendizaje en seguridad del paciente y que es difícil que los informes sirvan para el aprendizaje del sistema si se realizan en un entorno de culpabilización como parece señalar este estudio; por otra parte es fácil reconocer que muchos de esos errores "culpables" se deben a la complejidad de las interacciones individuales en el alambicado entorno de la asistencia sanitaria y que vienen al ser el resultado de varios pequeños fallos no detectados previamente.

Los humanos tendemos a apreciar los factores de sistema a la hora de comprender las acciones propias pero nos centramos en los comportamientos personales a la hora de comprender las de los demás sin tener en cuenta el contexto. Reconocer un error de diagnóstico requiere un la realización de un juicio por parte que quien informa y ese juicio al realizarse desprendido de las otras interacciones que tuvieron lugar en el momento del error es fácil que acabe por culpabilizar. Por otra parte ha de tenerse en cuenta que la atención primaria es un entorno en el que el profesional toma decisiones de una forma solitaria siendo más vulnerable a la atribución de la culpa.

Pero no quiero terminar esta entrada con la sensación de que los sistemas de notificación de incidentes se pueden convertir en una especie de "consultorio perverso" en el que culpabilizar a otros así que como colofón vamos a hablar del éxito de otro sistema de notificación: El de Pennsylvania.

La Patient Safety Authority estableció dentro de su programa de sistema de notificación los denominados "Good Catch"; una iniciativa para visibilizar esos informes sobre una circunstancia que podría haber causado daño pero que se le impidió llegar al paciente debido a los esfuerzos de recuperación activa de los profesionales o por casualidad incluye también las llamadas condiciones inseguras, que son circunstancias que podrían causar un evento adverso. Estos informes son "nominados" para ser "Good Catch" y reciben un reconocimiento en su centro de trabajo. (ver imagen)


En un informe(4) recientemente publicado sobre los resultados durante 12 años de este programa se puede ver la evolución tanto del total de good catch como del ratio entre estos y los eventos adversos notificados.


Se trata de una forma de retroalimentación que se ha tratado de copiar en cierta manear con la iniciativa de "buenas prácticas" del programa PaSQ pero mientras esta se ha centrado en las soluciones propuestas la de Pennsylvania lo hace en "premiar" al notificante lo que parece mantener vivo el sistema algo muy necesario pues cada nueva tecnología, cada cambio en la organización, cada nuevo componente entraña riesgos nuevos para nuestros pacientes y negarlo es el error más grande.

¿Podríamos tener un programa así en España?
¿Incentivaría a la notificación?
¿Evitaría la atribución de culpa?
¿Qué nombre le pondrías tú en castellano a las "good catch"?

BIBLIOGRAFÍA

1 Donaldson LJ, Panesar SS, Darzi A.Patient-safety-related hospital deaths in England: thematic analysis of incidents reported to a national database, 2010–2012. PLoS Med. 2014;11(6):e1001667
2 Cooper J, Edwards A, Williams H, Sheikh A, Parry G, Hibbert P, et al. Nature of Blame in Patient Safety Incident Reports: Mixed Methods Analysis of a National Database. Ann Fam Med. 9 de enero de 2017;15(5):455-61.
3 Carson-Stevens A, Hibbert P, Williams H, et al. Characterising the nature of primary care patient safety incident reports in the England and Wales National Reporting and Learning System: a mixed-methods agenda-setting study for general practice. Health Services and Delivery Research. 2016;4(27)

4 Authority PPS. Promote a Culture of Safety with Good Catch Reports | Advisory [Internet]. Pennsylvania Patient Safety Authority. [citado 8 de octubre de 2017]. Disponible en: http://patientsafety.pa.gov:80/ADVISORIES/Pages/201709_goodcatch.aspx

Temporary skin tattoos for patient identification

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4864418/figure/f1/

After our last post about an adverse event due to patient identification wristband i think is mandatory work on an alternative and better system.

As you may know i love technology and i share a lot of articles about innovations on healthcare. On the last year wearables was a main topic; made from a mix of nanocomponents(1) and new materials they promised us a "permanent" monitorization of vital signs beyond hospital walls thanks to wireless connectivity(2).

In patient identification RFID is an eternal promise a decade ago but is far from our reality, it can lead to automated systems of record and traceability but we are tired of waiting.

We need a easy cheap and practical solution now.

Yesterday in the loneliness of the swimming pool i remembered the "calcomanías" that i used to wear when i was child. It was a one picture temporary tattoo for adhere to skin easy to use, only needed some water.

Now i search about it and i find it is now a fashion and there are a do it yourself system without water to adhere to skin. They are called "tattoonies" and have a limited duration from two to seven days and are easy to remove with alcohol or acetone.

https://www.tattooforaweek.com/en/Pink-Barcode-Tattoo

With or without barcode or other technology inside i think is a good idea for patient identifier, i know there are some risk of skin reactions but healthcare and socialcare systems needs a solution for these issue.

Head don't stop

Referrals:

1)Zucca A, Cipriani C, Sudha null, Tarantino S, Ricci D, Mattoli V, et al. Tattoo conductive polymer nanosheets for skin-contact applications. Adv Healthc Mater. mayo de 2015;4(7):983-90.

2)Bandodkar AJ, Molinnus D, Mirza O, Guinovart T, Windmiller JR, Valdés-Ramírez G, et al. Epidermal tattoo potentiometric sodium sensors with wireless signal transduction for continuous non-invasive sweat monitoring. Biosens Bioelectron. 15 de abril de 2014;54:603-9.

La pulsera que nos ata #SegPac


El pasado 4 de Agosto publiqué el siguiente tuit acompañado de la imagen que encabeza esta entrada.
En dicha foto el punto indicado con * corresponde al lugar de inserción de una vía IV periférica y la zona marcada con ** es el emplazamiento de una pulsera de identificación que la paciente del caso portaba en la residencia sociosanitaria.

Bien, escribo esta entrada por la inusitada cantidad de interacciones recibidas tanto en twitter (ver hilo del tuit) como en facebook.

En primer lugar voy a recomendar la lectura del "case report" porque describe una circunstancia muy concreta lo tenéis traducido aqui.

A partir de ahí 2 observaciones.

La primera: En este caso el artículo no está enfocado en el uso de la pulsera identificativa sino en el síndrome compartimental como complicación rara de una extravasación debida a la presencia de la pulsera.

La segunda: La pulsera no fue colocada en el centro donde ocurre el EA sino que venía con la paciente desde una residencia sociosanitaria. El EA ocurre con una rapidez bastante inusitada pues el artículo relata que la vía se puso a las 22h, se revisó a las 0h y a las 4h presentaba el aspecto de la foto (o peor pues la foto es posterior).

Pese a que muchas de las interacciones han sido más bien "reactivas" respecto al uso de pulseras de identificación me quedo con aquellas que señalan su necesidad imperiosa como elemento de seguridad pero quiero señalar que ni la respuesta afirmativa del paciente ni la pulsera (o su ausencia) son las que "causan" un evento adverso relacionado con una identificación errónea del paciente.

La identificación del paciente es, digamos, un subproceso, que se debe realizar rutinariamente de forma ideal antes de cada procedimiento. El nivel de riesgo de fallo de identificación se suele decir que es muy bajo pero también es conocido que sus consecuencias suelen ser muy graves. Hay algunos estudios que investigan el fallo en el propio proceso de identificación en entornos simulados y los datos no son tranquilizadores (1).

En nuestro propio estudio indagamos la capacidad de identificación del propio paciente en un subconjunto de pacientes concreto según su estado cognitivo y confirmamos que sin importar el tipo de pregunta que se realice (abierta o cerrada) los pacientes con peor estado cognitivo según el test de Pfeiffer presentaban mayor error en su identificación (2). Ello confirma lo que el caso señala sobre la necesidad de usar las pulseras identificativas en los pacientes de ciertos grupos de riesgo.

La pulsera identificativa constituye para muchas enfermeras un obstáculo a la hora de establecer vías venosas en los miembros superiores sobre todo cuando se inicia en los extremos distales y aunque formalmente se disponga de un método de reposición de las pulseras todos sabemos lo lento que resultan ciertos trámites en los hospitales (grandes o pequeños). Tal vez pulseras que permitan abrir y cerrar serían una solución; en todo caso la revisión regular de las vías se ha de incrementar si existen circunstancias que lo aconsejean.

 
BIBLIOGRAFÍA:


1) Philip L. Henneman PL, Fisher DL, Henneman EA, Pham TA, Campbell MM, Nathanson BH. Patient identification errors are common in a simulated setting. Annals of emergency medicine 2010; 55(6): 503-9.
2) Meijome Sánchez XM, Prieto Blanco AM, Basante Rodriguez A, Gonzalez Cea A, Fernandez Colinas S.  Fallo en la identificación del paciente con deterioro cognitivo; comparación entre pregunta abierta y pregunta cerrada Comunicación en XVIII Encuentro internacional de investigación en cuidados Vitoria 2013

Indice de seguridad de etiquetado #SegPac

https://twitter.com/StopErroresMed/status/892478410580250626

Esta entrada debería titularse "El sueño de una noche de verano" pero no perdamos la confianza en que de una manera u otra se haga algo EFECTIVO para solucionar un problema que ya sabemos que existe y cuyos efectos podemos mostrar con cifras.

La gente de @StopErroresMed (http://www.stoperroresdemedicacion.org) lleva mucho tiempo mostrando los datos, los ejemplos y "empujando" por una solución al grave problema de la #Isoapariencia el pasado día 2 de Agosto lanzaron este tuit quejándose del caso omiso que una marca hace de una de las recomendaciones concretas: vinCRIStina - metoTREXATO

En el diálogo en la red hice una ironía dando a entender que pudiera ser que los laboratorios no conocieran las recomendaciones concretas sobre el envasado y etiquetado de los medicamentos para terminar con esto:
Básicamente la idea es establecer una escala con la que valorar cada presentación farmaceútica en lo que respecta a la seguridad de su etiquetado en lo que respecta a este como factor de los errores de medicación.

Ha de tenerse en cuenta que en ciertos entornos profesionales la presentación utilizada difiere de la comercializada lo que trasladaría la obligación de un etiquetado seguro a la instancia donde se realice la manipulación (normalmente fragmentación) para el uso; esto es un problema dado que, además, alguna de estas manipulaciones vienen condicionadas por normas de protección de riesgos laborales de reciente publicación.

También ha de tenerse en cuenta que estamos hablando de productos con, por lo menos, un doble envasado: la caja exterior (la que se suele dispensar en la farmacia de la calle a pacientes ambulantes) y el envoltorio individual de cada dosis que en muchos casos es que recibe el profesional que administra el medicamento.

Como ejemplos de referencia os propongo las recomendaciones de los documentos "Information desing for Patient safety. A guide to the graphic desing of medication packaging" 2º edición y "Desing for patient safety: a guide to the labelling and packaging of injectable medicines" publicados hace 10 años¡¡¡ por el  NHS.

Para el ejemplo práctico voy a referirme únicamente al envasado de medicación no inyectable en dosis unitaria que se designa como "primary packaging" que es el que solemos recibir los profesionales en los puntos de atención directa donde se administra medicación a los pacientes. La escala tendría varios puntos a comprobar; algunos serían de respuesta simple (Si/No) y otros podrían tener una puntuación gradual (No cumple/básico/óptimo); con la suma de los puntos obtenidos sobre el total posible tendríamos ese índice X/Y que señalé.


Ítem
Respuesta
Puntuación
Superficie de impresión
No reflectante
Si/No
Integridad del texto
Texto íntegro en cada dosis
Si/No
Legibilidad del texto contraste
Texto legible en cada dosis sobre el fondo
Poco/Normal/Optimo
Legibilidad del texto tamaño
Texto legible en cada dosis tamaño
Poco/Normal/Optimo
Datos completos
Principio Activo, Dosis, Caducidad
Si/No

Así pues un medicamento "ideal" desde el punto de vista de la seguridad del envasado tendría 5/5 puntos en su envase primario (unidosis). La propuesta tiene la limitación de que alguno de los parámetros es subjetivo lo que haría que surgieran diferencias entre las apreciaciones de los diferentes profesionales.

¿Quien se anima para hacer una propuesta similar para las presentaciones de medicamentos inyectables?

Por otra parte ya sabemos que en algunos entornos de trabajo los medicamentos de este tipo de presentación se mantienen durante cierto tiempo en lo que podríamos llamar "envasado transitorio" dispuestos para su uso, dicha disponibilidad es propensa al error sobre todo en áreas críticas y desde hace mucho existen a disposición sistemas de etiquetado secundario como este:

https://safetyandquality.gov.au/wp-content/uploads/2012/02/ANZCA-and-Commission-Joint-statement-on-user-applied-labelling-standardisation.pdf

Creo que se pueden exigir acciones frente a la #isoapariencia a la industria mientras dentro del sistema seguimos procesando los medicamentos sin etiquetarlos de forma adecuada, pero así no resolveremos algunos de los errores que motivan esta reivindicación.

Un último apunte para la utopía; una vez establecida este tipo de escala de forma sistemática e institucional ¿no debería incluirse dentro de los criterios a la hora de los concursos de adquisición de productos?

ARS; el 3D de la investigación

Varias veces hemos escrito en este blog de Análisis de redes sociales (2013 y 2010) principalmente porque tengo la suerte de contar aquí cerca con una referente nacional sobre el tema y pionera de su aplicación en el campo de investigación en la "gestión de personas" en sanidad: La Dra. Pilar Marqués.

Desde 2011 la Dra. Marqués y un numeroso equipo de colaboradores viene organizando de forma bianual un "Summer course" sobre esta metodología.

La edición de 2017 ha sido muy especial por muchos motivos tras una edición de ausencia la conjunción astral funcionó y he podido asistir a una buena parte del programa académico. Por otra parte el curso se desplazó, y nunca mejor dicho, a dos recintos diferentes de los usados hasa ahora; por una parte al Museo de la radio de Ponferrada y por otra al Teatro Villafranquino en Villafranca del bierzo con un interesante añadido: la realización de una etapa del camino de santiago.

Todo ello aderezado con la cercanía del equipo organizador y el profesorado participante y con otra peculariedad muy interesante; los trabajos que aportaban los alumnos más que ser exposiciones cerradas constituían "consultas abiertas" a los expertos asistentes que brindaban, en directo, un asesoramiento del que el resto de alumnos nos beneficiamos a la hora de trasladarlo a nuestros proyectos o futuros proyectos.

Desde mi modesto punto de vista el ARS constituye una metodología necesaria para dotar a la investigación en seguridad y en salud pública de una "visión 3D" imprescindible a la hora de comprender los procesos que suceden "detrás" de lo que vemos en los datos. Trataré de aclararlo con un ejemplo respecto a la higien de manos. Voy a obviar la parte de introducción sobre la necesidad de investigar sobre el tema.

Sabemos que en higiene de manos se miden algunos indicadores cuantitativos indirectos e incluso se empieza a hablar de algún indicador de resultados directo para el primer grupo está la adherencia según los estudios de observación o el indicador de litros de SHA/1000 estancias, para el segundo el seguimiento de los casos de SAMR u otros gérmenes multiresistentes. También se ha hecho investigación cualitativa y sabemos que las cuestiones de actitud, trasmisión de conocimiento y el segumiento del ejemplo de los líderes tiene su repercusión en este campo, pero ¿cómo localizar a los líderes que pueden hacer de ejemplo?, ¿cómo saber dónde y cuando es el mejor momento para trasmitir el conocimiento, la información, la llamada a la acción?. A eso nos puede ayudar el ARS.

Así pues la visión "binocular" de un estudio mixto que mida los indicadores cuantitativos clásicos y trate de conocer las actitudes del equipo respecto al tema de la higiene de manos necesitaría un ARS enfocado en localizar en las relaciones a los líderes y en los lugares de coincidencia los espacios y momentos para intervenir dotando así de un "guiado de profundidad" a la acción a desarrollar.

Mal mix mal resultado.

Hoy os traigo la traducción de la editorial publicada por Jack Needleman en BMJ Quality & Safety titulada "Nursing skill mix and patients outcomes" por varios motivos.

El primero es por el repaso que realiza al más reciente estudio del grupo de la Dra. Aiken sobre los equipos de enfermería en 6 paises europeos y su reprecusión en los resultados EN los pacientes.

El segundo es porque señala los déficits de este estudio lo que sin duda nos permitirá mejorarlos.

El tercero es porque el texto es breve pero desgrana en párrafos brillantes parte del problema de la invisibilidad de las formas más complejas de los cuidados.

En esta ocasión me he permitido varias licencias a la hora de hacer la traducción; la principal es que he traducido "Skill mix" no como "mix de habilidades" sino como "compuesto de habilidades" porque espero que con el tiempo se pueda llegar a una especie de 'indicador sintético' que caracterice la composición de una plantilla de cuidados; dicho indicador aglutinaría no sólo a técnicos y enfermeras sino que incluiria la labor de la práctica avanzada y las aportaciones de las enfermeras especialistas.

Tampoco respeto parte de la terminología empleada para designar las categorías profesionales en la editorial para tratar de adaptala a la que conocen los lectores españoles.
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EL COMPUESTO DE HABILIDADES ENFERMERAS Y LOS RESULTADOS EN LOS PACIENTES

Jack Needleman

En los hospitales las plantillas de enfermería suponen por lo general el mayor elemento a nivel de gasto y es frecuente que la enfermería sea tratada como un coste en vez de como una línea central del servicio. Los esfuerzos por contener los costes hospitalarios a menudo implican recortar cuidados de enfermería, reducir el número de enfermeras o sustituir a las enfermeras graduadas por personal auxiliar o no profesional.

La evidencia sustancial de estudios en EEUU, Europa y otros países del mundo relaciona la disminución de plantillas y las mayores cargas de trabajo de enfermería con resultados adversos para los pacientes como mortalidad, infecciones, caídas y estancias prolongadas. La prolongación de estancias que incrementan los costes del hospital pueden dar lugar a eventos adversos prolongando ingresos o retrasos en los cuidados debido a que son incapaces de realizar su trabajo o de preparar al paciente para el alta.(1-13)

Las consecuencias de confiar en personal con peor nivel educativo que las enfermeras graduadas universitarias empleando un compuesto de habilidades (skill mix) menor siguen sin estar bien estudiadas. Los estudios de EEUU y Canadá enfocados por lo general en el mix de enfermeras graduadas (registered nurses) y personal auxiliar (licensed práctical nurses) han demostrado de forma consistente que un compuesto de habilidades menor está asociado con mayores ratios de resultados adversos y estancias prolongadas.(7) (14-17).

El equipo de la Dra. Aiken (18) estudió la asociación entre el compuesto de habilidades con mortalidad, satisfacción de los pacientes con el hospital, frecuencia de notificación por las enfermeras de resultados adversos para los pacientes y falta de satisfacción laboral y burnout de las enfermeras usando datos de hospitales de 6 países europeos. Encontraron una variación sustancial entre unidades medico-quirúrgicas en las proporciones de profesionales de enfermería en atención directa (que incluía enfermeras graduadas, auxiliares, asistentes y otras categorías laborales que varían entre los 6 países del estudio) y que estas variaciones en el compuesto de habilidades se asociaba con la mortalidad de los pacientes, su percepción sobre los cuidados y el juicio de las enfermeras sobre la calidad y la frecuencia de los resultados adversos.

Una fortaleza de ese estudio es la variedad de medidas y fuentes de datos utilizadas. Incluye la mortalidad a 30 días de los pacientes ingresados según datos de cmbd, la calificación de los hospitales según las encuestas a usuarios y tres conjuntos de medidas derivadas de encuestas a enfermeras: la percepción de la calidad de las unidades y hospitales, la estimación de frecuencia de eventos adversos y la satisfacción laboral.

Los autores encontraron que tanto pacientes como enfermeras informaron problemas de calidad de forma significativa. Más de la mitad de los pacientes encuestados calificaron los hospitales por debajo de excelente. El promedio de enfermeras que calificaron la calidad de su unidad como normal o pobre fue del 22%, y un 18% no recomendaría su hospital a familiares o amigos. Las enfermeras que valoran que se producen eventos adversos varias veces al mes o con más frecuencia variaba del 9% para úlceras por presión al 23% para infección del tracto urinario. Las tasas de burnout e insatisfacción laboral fueron altas.

En un análisis segmentado por país y por un conjunto de características relevantes de los pacientes y hospitales, un compuesto de habilidades más rico se asoció con menores probabilidades en sus propios datos de riesgo de muerte, baja valoración del hospital por los pacientes y grados bajos de seguridad entre otros resultados no deseables. El OddsRatio para los cambios en estas medidas asociados con la mejora del compuesto de habilidades un 10% osciló entre 0.80 y 0.93. Debido a que muchas de las medidas utilizadas por los autores provienen de la encuesta realizadas a las enfermeras, se podría argumentar que es de esperar que la respuestas a la encuesta se correlacionaran con su actitud general respecto a la calidad del cuidado influyendo en sus respuestas individuales. Sin embargo, la similitud en los resultados de los análisis de las medidas derivadas de las enfermeras, la calificación de la calidad por parte de los pacientes y la mortalidad confiere fortaleza a la conclusión de que existe una asociación consistente entre el compuesto de habilidades y la calidad del cuidado.

Los autores señalan importantes limitaciones en los datos y los métodos. A estas, podría añadir que confiar en las enfermeras encuestadas para establecer el censo global y el ratio de enfermeras graduadas respecto a otros profesionales de la plantilla es impreciso. Se optó porque las enfermeras graduadas informaran sobre la plantilla y el censo de pacientes debido a las limitaciones de los datos oficiales para estimar las plantillas.(19). Se trata de una extensión del método empleado en los estudios desarrollados en EEUU, en los que se le había preguntado a las enfermeras por la carga de trabajo de su último turno.(1). Pero confiar en que las enfermeras encuestadas fueran conscientes e informaran su propia carga de trabajo, el censo total de la unidad y que contaran a las enfermeras graduadas y al resto de la plantilla tenía una imprecisión inherente. El censo de pacientes en un turno puede cambiar con los ingresos, las altas y los traslados a otras unidades y las enfermeras acuden o marchan de las unidades en respuesta a las necesidades de plantilla en cualquier lugar del hospital. Más allá de esto, el dato se basa en que la enfermera encuestada esté informada no sólo sobre su carga de trabajo sino también sobre el total del personal presente y del censo de la unidad. No se describen métodos para asegurar la fiabilidad de las cantidades informadas de modo que no se relacionasen directamente con la carga de trabajo. Estaría justificada una evaluación de la precisión de esta medida.

Una limitación que las autoras señalan pero que quiero enfatizar es la variedad entre países en la formación y cualificación de la plantilla de la las unidades que presta cuidados directos además de las enfermeras graduadas. El rango de educación y entrenamiento entre el personal de enfermería no universitario miembros de las plantillas está menos estandarizado que el de las enfermeras graduadas. Los autores buscaron controlar esa variación con la inclusión de un estadístico de efectos fijos a nivel de país, pero esto también afectará a variaciones no apreciadas en la atención hospitalaria además de la cualificación de la plantilla que no sea enfermera universitaria. El análisis estratificado por país aunque podría sufrir por baja potencia para algunos países puede proporcionar información sobre si la relación entre el compuesto de habilidades y los resultados es consistente entre países o si las diferencias en la cualificación de las plantillas y su entrenamiento u organización del trabajo entre países resulta en diferentes magnitudes para la asociación entre el compuesto de habilidades y los resultados.

A pesar de estas limitaciones, este es un estudio sólido. Añade una importante perspectiva transnacional a los estudios de EEUU sobre el compuesto de habilidades. Confirma los principales hallazgos de los trabajos previos sobre que las plantillas basadas en enfermeras no universitarias para la realización de una importante parte del trabajo de atención directa puede poner en riesgo a los pacientes respecto a un amplio rango de resultados adversos. Extiende el trabajo previo en su hallazgo de la limitación de los registros de cuidados a los pacientes y su influencia en la calificación de los hospitales.

Con la sustitución de las enfermeras graduadas por personal menos formado la intención de los hospitales, las aseguradoras y los gestores políticos es reducir costes laborales. Como observan Aiken y cols. Las plantillas de enfermería en los hospitales son frecuentemente el objetivo de las reducciones presupuestarias, y los gestores políticos sugieren la introducción de sustitutos menos formados y con menores habilidades como "asociados" (nursing associates).

Los costes sociales de estas decisiones pueden ser altos, como el exceso de mortalidad demostraría, pero estos costes no son pagados por el hospital. Lo que si paga el hospital tanto dependa de un presupuesto general como de facturar por ingreso son los costes asociados con estancias más largas, las complicaciones y los cuidados paliativos asociados con el incremento de mortalidad , los costes de eventos adversos como las úlceras por presión, las caídas con daño y las infecciones urinarias asociadas en este estudio con un bajo compuesto de habilidades (también asociados en otros estudios), y el coste para el hospital de las bajas laborales de las enfermeras debido al burnout y la insatisfacción laboral. Una cuestión crítica para los gestores hospitalarios es si el coste de los eventos adversos y las bajas excede al ahorro de costes laborales conseguido empleando plantillas menos preparadas o con un menor compuesto de habilidades.

Esta pregunta no puede ser respondida directamente por este estudio. El cambio en el número o en el ratio de los eventos adversos (excepto la mortalidad) no puede ser estimado debido a que se basa en la valoración de las enfermeras en vez de en medidas directas de la frecuencia de los eventos adversos y la dicotomización de estas medidas. Sin estas cifras, los ahorros asociados a la reducción de eventos adversos no pueden ser calculados.

El análisis de casos de negocio del coste adicional de tener enfermeras mejor preparadas y los ahorros derivados de estancias más cortas y menores tasas de eventos adversos se ha realizado en base a los estudios de EEUU. En un artículo publicado en 2006 en Health affairs usamos una aproximación de microsimulación para emular el efecto de cambiar el compuesto de habilidades sobre los cambios en las estancias y los ratios de fallo de rescate y otros 4 eventos adversos (20). Se estimó el coste de mejorar el compuesto de habilidades de las enfermeras y los ahorros de costes por estancias más cortas y reducción de EAs. Un estudio publicado en Medical care en 2014 realizó una regresión directa de los costes por ingreso sobre un robusto ajuste del riesgo del paciente, la plantilla del hospital y su compuesto de habilidades (21). Ambos estudios encontraron que un compuesto de habilidades con una mayor proporción de enfermeras graduadas resultaban rentables para los hospitales gracias a los ahorros debidos a los menores eventos adversos y las estancias más cortas. El artículo de Health affairs también encontró que la duración de la estancia es más sensible a los niveles de plantilla que al compuesto de habilidades, puede que fruto de los retrasos en la atención debidos a la falta de personal. Por contra, los eventos adversos como infecciones del tracto urinario y la neumonía hospitalaria muestran una mayor sensibilidad al compuesto de habilidades, reflejando posiblemente el papel de la formación y el entrenamiento en la detección y prevención de las complicaciones en los pacientes hospitalizados.

Los resultados del equipo de la Dra. Aiken sugieren de forma contundente que las conclusiones de los estudios en EEUU son aplicables a los hospitales europeos (a mayor compuesto de habilidades menores costes hospitalarios). Entonces ¿porqué persiste el interés en sustituir enfermeras graduadas por personal con menos habilidades?.

El sistema de pago es un factor en algunos países. En aquellos en los que los hospitales cobran en base a facturación por costes diarios la prolongación de estancias debida a cuidados retrasados o EAs incrementan los ingresos. Con esos sistemas de pago hay un incentivo para minimizar los costes de prestación del servicio no los costes de cuidados evitables u omitidos. Pero el pago por caso o por presupuesto debería estimular la toma en consideración de los costes totales de atención, incluida la compensación de los costes asociados a un mayor gasto en plantillas mejor preparadas.

Otra razón para que persista el interés en introducir profesionales menos formados es que no se comprende el trabajo de las enfermeras. La mayor parte del trabajo de las enfermeras graduadas está orientado a tareas (prestar la atención indicada, tomar las constantes vitales, ayudar al paciente a comer, caminar, ir al baño y así sucesivamente) como resultado parecerá plausible a los gestores, financiadores y políticos que personal menos entrenado y por ende menos costoso puede sustituir a las enfermeras graduadas en ese trabajo. Si bien esas tareas a pie de cama constituyen parte importante del trabajo de las enfermeras representan una visión incompleta del mismo.

La enfermería es un trabajo complejo y exigente desde el punto de vista cognitivo y de gestión. Mientras realizan esas tareas visibles, las enfermeras graduadas están monitorizando y evaluando a sus pacientes, determinando si tienen riesgo de caída, úlcera por presión u otras complicaciones y si están evolucionando como es de esperar o presentan complicaciones. Basadas en estas evaluaciones es de esperar que las enfermeras graduadas inicien las intervenciones enfermeras apropiadas o llamen para informar y consultar. La enfermeras graduadas vigilan el dolor y emprenden acciones para su control. Proporcionan educación al paciente y su familia preparándolos para el autocuidado tras el alta y proporcionándoles apoyo psicológico a aquellos que padecen enfermedades graves. Las enfermeras graduadas juegan un papel crítico en el equipo de atención, respaldando a médicos y farmacéuticos al asegurar que los tratamientos y otras indicaciones están bien prescritas y administradas sirviendo a menudo como coordinadores principales de la atención y como abogados de sus pacientes. Y estas actividades son desarrolladas para cada paciente por enfermeras que están al cargo de cuatro, cinco, seis o más pacientes al mismo tiempo, una situación que impone importantes requerimientos de gestión en priorización a pie de cama.(22).

Una visión completa del trabajo de las enfermeras graduadas ha sido el tema de numerosos artículos (23-25) pero no es completamente apreciado por quienes están fuera de la profesión. Las actividades más complejas, las cognitivas y las de gestión realizadas por las enfermeras a menudo pasan desapercibidas por ser realizadas simultáneamente con la parte del trabajo orientado a tareas y no son apreciadas. Estudios sobre la asociación del compuesto de habilidades como el del equipo de la Dra. Aiken y estudios anteriores sobre el tema o sobre cargas de trabajo y resultados en los pacientes proporcionan evidencias importantes de que cuando las plantillas de enfermería no tiene tiempo o capacitación para realizar su trabajo; los cuidados y la seguridad del paciente están en riesgo. Que la opinión pública, los financiadores, los políticos y los gestores sanitarios reconozcan este hecho y actúen en base al mismo es crítico para asegurar la prestación segura y fiable de la asistencia sanitaria.

REFERENCIAS

1 Aiken LH, Clarke SP, Sloane DM, et al. Hospital nurse staffing and patient mortality, nurse burnout, and job dissatisfaction. JAMA 2002;288:1987–93.
2 Aiken LH, Sloane DM, Bruyneel L, et al. Nurse staffing and education and hospital mortality in nine European countries: a retrospective observational study. Lancet 2014;383:1824–30.
3 Cho E, Sloane DM, Kim EY, et al. Effects of nurse staffing,
work environments, and education on patient mortality: an observational study. Int J Nurs Stud 2015;52:535–42.
4 Griffiths P. Staffing levels and patient outcomes. Nurs Manag (Harrow) 2009;16:22–3.
5 Kane RL, Shamliyan TA, Mueller C, et al. The association of registered nurse staffing levels and patient outcomes: systematic review and meta-analysis. Med Care 2007;45:1195–204.
6 Liang YW, Chen WY, Lee JL, et al. Nurse staffing, direct nursing care hours and patient mortality in Taiwan: the longitudinal analysis of hospital nurse staffing and patient outcome study. BMC Health Serv Res 2012;12:44.
7 Needleman J, Buerhaus P, Mattke S, et al. Nurse-staffing levels and the quality of care in hospitals. N Engl J Med 2002;346:1715–22.
8 Needleman J. Nurse staffing: the knowns and unknowns. Nurs Econ 2015;33:5–7.
9 Needleman J, Buerhaus P, Pankratz VS, et al. Nurse staffing and inpatient hospital mortality. N Engl J Med 2011;364:1037–45.
10 Shekelle PG. Nurse-patient ratios as a patient safety strategy: a systematic review. Ann Intern Med 2013;158(Pt 2):404–9.
11 Tourangeau AE, Doran DM, McGillis Hall L, et al. Impact of hospital nursing care on 30-day mortality for acute medical patients. J Adv Nurs 2007;57:32–44.
12 Twigg DE, Gelder L, Myers H. The impact of understaffed shifts on nurse-sensitive outcomes. J Adv Nurs 2015;71:1564–72
13 Zhu XW, You LM, Zheng J, et al. Nurse staffing levels make a difference on patient outcomes: a multisite study in Chinese hospitals. J Nurs Scholarsh 2012;44:266–73.
14 Blegen MA, Goode CJ, Spetz J, et al. Nurse staffing effects on patient outcomes: safety-net and non-safety-net hospitals. Med Care 2011;49:406–14.
15 Cho SH, Ketefian S, Barkauskas VH, et al. The effects of nurse staffing on adverse events, morbidity, mortality, and medical costs. Nurs Res 2003;52:71–9.
16 Estabrooks CA, Midodzi WK, Cummings GG, et al. The impact of hospital nursing characteristics on 30-day mortality. Nurs Res 2005;54:74–84.
17 Unruh L. Licensed nurse staffing and adverse events in hospitals. Med Care 2003;41:142–52.
18 Aiken LH, Sloan D, Griffiths P, et al. Nursing skill mix in European hospitals: association with mortality, patient ratings, and quality of care. BMJ Qual Saf 2016;[Epub ahead of print 15 Nov 2016]. doi:10.1136/bmjqs-2016-005567.
19 Sermeus W, Aiken LH, Van den Heede K, et al. Nurse forecasting in Europe (RN4CAST): rationale, design and methodology. BMC Nurs 2011;10:6.
20 Needleman J, Buerhaus PI, Stewart M, et al. Nurse staffing in hospitals: is there a business case for quality? Health Aff (Millwood) 2006;25:204–11.
21 Martsolf GR, Auerbach D, Benevent R, et al. Examining the value of inpatient nurse staffing: an assessment of quality and patient care costs. Med Care 2014;52:982–8.
22 Ebright PR, Patterson ES, Chalko BA, et al. Understanding the complexity of registered nurse work in acute care settings. J Nurs Adm 2003;33:630–8.
23 Kitson A, Conroy T, Wengstrom Y, et al. Defining the fundamentals of care. Int J Nurs Pract 2010;16:423–34.
24 Kitson AL, Muntlin Athlin A, Conroy T. Anything but basic: nursing’s challenge in meeting patients’ fundamental care needs. J Nurs Scholarsh 2014;46:331–9.
25 Needleman J. The economic case for fundamental nursing care. Nurs Leadersh (Tor Ont) 2016;29:26–36.

Postdata: El título de la entrada es un recuerdo a aquellas cintas de música "Max-mix" con la nos torturaban en los veranos hace décadas...