Tenía pendiente esta entrada colaborativa para Salva, pero me demoré algo más de la cuenta, por pura salud mental y algo de desconexión estival, pero al final ha llegado en forma de crónicas de las
XXII Jornadas Nacionales de Informática Sanitaria en Andalucía que tuvieron lugar en junio de 2015. En esta ocasión, el comité organizador tuvo interés en que algunas enfermeras formaran parte con presencia y voz. Y Gracias a
Serafín Fernández, uno de mis mentores de
#enfermeriaenred y amigo al que estimo mucho, y que fue congregado y consultado, y a la disponibilidad de la organización, fue posible mi presencia ante un tema muy apasionante: “Medir el impacto de las TIC en salud”, así que doblemente agradecida. La misión y objetivos de la Jornada parten de la premisa que las TIC en el ámbito sanitario, aportan calidad y eficiencia en la mejora esperada del modelo asistencial sanitario y de transformación, pero sin embargo sigue siendo realidad la escasa inversión en los presupuestos en TIC, quizás por la carencia evaluativa de ellas para conocer su retorno económico directo o indirecto y el servicio que se presta a la sociedad.
El
primer escenario fue teórico con mucho peso conceptual, como lo define su nombre, "Aspectos conceptuales de la medición del impacto de las TIC en salud" cuyo moderador, D. Jesús Galván, Ex-Viceconsejero de Sanidad de Castilla la Mancha, empezaba con una buena pregunta “¿Evaluar para qué?... por saber, por el hecho de evaluar, para publicar, etc., o mejor para transformar y generar mayor nivel de salud y un beneficio tangible…” (y añado intangible, seguramente). En este escenario era imposible no hablar de indicadores, métricas y modelos de evaluación. Y si en algún espacio se mide no es otro que en sanidad y permanentemente en salud (Agencias o unidades de evaluación existen en los diferentes entornos asistenciales), como refería el segundo ponente, D. Miguel Ángel Montero (
@mangel1963), pero con la paradoja que las TIC casi nunca se han medido. Y además se cuestionaba, ¿cómo medir y cuál es su impacto? Coste-beneficio (monetario), coste-utilidad (¿sirve de algo?) en mejora de la calidad de vida y el bienestar (vinculado al paciente, familia y sociedad), o valorar ese impacto en accesibilidad, equidad y aceptabilidad. Al incorporar el término impacto de las TIC en salud dio paso a la segunda ponente Dª. Caterina Sampol (
@CaterinaSampol), responsable en Innovación y Gestión de Proyectos en AQuAS (Agencia de calidad y evaluación sanitaria de Cataluña) para la medición del impacto de las tecnologías.
Comenzó dando paso a las barreras detectadas para ello, como la falta de presupuesto para implementar las TIC en la mejora de la salud, además de los propios profesionales sanitarios reacios a incorporar las nuevas tecnologías (aportando parte de las posibles soluciones: atención al profesional con dialogo y canal abierto entre todos para evitar el riesgo que haga fallar la implementación. Pero sobre todo expuso y fundamentalmente, la necesidad de evaluación continua y sistemática en tres momentos (previa, durante y post a la intervención) con metodología cuantitativa y cualitativa, valorado desde la práctica clínica, el grado de conocimiento de la tecnología por parte de los profesionales sanitarios y el aspecto económico. Una manera, nos explicaba, es hacer uso de métricas para la evaluación de resultados. Pero toda evaluación que se precie necesita identificar indicadores claves para medir los resultados de esa intervención. Es decir, ver ese sistema de información, no solo como herramienta tecnológica, sino en un contexto más general (diría yo que incluso más transversal), que englobe al paciente atendido en el sistema sanitario y las intervenciones generadas para la mejora de la asistencia.
La ponente concretaba que el objetivo de la evaluación de tecnología sanitaria es generar información de calidad en un lenguaje inteligible que permita a los agentes del sistema de salud, tomar decisiones, ¿cómo?:
- Investigar de manera práctica, orientada y basada en el conocimiento científico.
- Examinar consecuencias directas e indirectas del uso de la tecnología a corto y largo plazo.
Pero desde un proceso multidisciplinar: Sintetizar información que afecta de forma directa o indirecta a esta tecnología, en desarrollo de esas 6 dimensiones básicas en una evaluación: tecnológica, sanitaria, económica, de la organización, social (a nivel de paciente como de su entorno) y la ético-legal desde una evaluación sistemática, transparente y robusta, para alcanzar resultados creíbles para la toma de decisiones. Los resultados de esta evaluación se pueden clasificar en el nivel más macro (planificación de políticas sanitarias o de cartera de servicios), un segundo nivel meso de gestión de la atención sanitaria y de introducción de innovaciones tecnológicas y cómo estas afectan, y por último el nivel más micro, el de la práctica clínica diaria tanto a nivel de profesionales como para los pacientes.
A partir de aquí, surgieron cuestiones generadas en el público oyente: ¿se reduciría la resistencia del paciente, del profesional sanitario o del gestor sanitario, si en un programa o proyecto de salud se justifica la inversión en TIC, el impacto y el retorno sobre la inversión (ROI)? Quizás nadie duda del impacto de las TIC en salud, pero ¿están convencidas las organizaciones sanitarias que las TIC forman parte del desarrollo de los modelos de salud?
Y cuando habló de metodologías (que haberlas haylas) y que se desarrollan, incorporan y promueven tanto desde la OMS, como desde la Unión Europea, se centró en explicar una metodología de evaluación de Telemedicina cuyo desarrollo está iniciado a través de un proyecto europeo llamado:
RENEWING HEALTH, alcanzando el nivel de estándar europeo en Telemedicina y que se llama MAST (siglas inglesas que significan “Modelo para el Asesoramiento en Telemedicina”).
Una cuestión que me llamó la atención por el interés que estos programas tienen en la medida de la transferibilidad de esta evaluación desde una visión global, internacional y europea.
Y quería comentar que al hablar de la
Agencia AQuAS, incorporó el concepto de generar conocimiento desde el desarrollo de metodología de trabajo para la evaluación de tecnologías sanitarias. Ellos estimulan la búsqueda de evidencias, partiendo de la incertidumbre en una tecnología, con la revisión de la literatura científica, de manera que si existen evidencias, se hace análisis de contexto, conclusiones, difusión y análisis de impacto, pero si no existe, intentan generarla, promoviendo la investigación con evaluación antes de la investigación (en la selección de proyectos) y también una vez finalizada, para ver el retorno de esa investigación. Queda claro que la evaluación (y con el uso de metodología específica) es necesaria para avanzar en el desarrollo de las TIC en salud, pero no avanzaremos si no se incorporan evidencias científicas.
El segundo escenario fue una mesa debate con 6 participantes presentados de manera muy prolifera por la moderadora para abordar experiencias sobre "
Evidencias del impacto de las TIC en salud". El formato era de presentaciones en 5 minutos para conocer cuál es su posicionamiento con base en sus experiencias y creencias sobre la evaluación y el impacto de las TIC en salud. Arrancó D. Ángel Blanco Rubio, Director de organización, procesos y TIC de Idc Salud con ideas en frases concretas como: “…las TIC son el modelo (no solo el soporte)… el ROI no es la mejor herramienta, pero si es una herramienta posible para analizar el impacto, ya que lo que no se mide no existe o una manera de conocer que las cosas sirven para algo… pero entendiendo que las tecnologías no deben ser las protagonistas, sino el servicio de salud, ya que las cosas no se solucionan con dispositivos sino con los procesos”. Destaco una frase interesante a mi entender para impulsar la innovación y el progreso en la organización, "Es mejor pedir perdón que pedir permiso", claro que estas iniciativas en la empresa privada quizás parten de cierta ventaja (o quizás no). Nos contó las experiencias del impacto en el PROCESO (estandarizar: automatizar las peticiones: la placa se pide automáticamente, o avisar a los celadores sobre dónde recoger al paciente y a quién concretamente) o experiencias del impacto en las PERSONAS, hacer las cosas en el origen es más fácil que hacerlo en el destino, o suprimir consultas de revisión cuando el resultado no es patológico o la reducción del tiempo de diagnóstico y diagnóstico precoz, con la posibilidad de contar con imágenes digitales en el móvil de manera que el médico casi a tiempo real cuanta con las imágenes necesarias para generar su informe en la toma de decisiones.
A continuación resaltar la intervención de Dª. Carmen Ferrer Arnedo, Gerente del Hospital de Guadarrama, que iniciaba su comunicación hablando de las TIC como motor de transformación que ayudan a conseguir
Hospital +500 EFQM, o lo que es lo mismo, un reconocimiento de la excelencia y ¿cómo?: Pues organizando el trabajo y el uso de las TIC desde la tecnología como herramientas y no como un fin, y evaluando e incorporando el estándar de la arquitectura de las tecnologías, pero sin improvisar sino dentro de un planificación visible escrita en un plan disponible, trabajando con tres pilares imprescindibles: la organización, los pacientes y los profesionales sanitarios, de manera que si ante la incorporación de nuevas tecnologías que no afectan a estos tres elementos se rechaza. Fomentan la idea del paciente activo y la autonomía del paciente, con el uso de la tecnología al servicio de este objetivo en muchas áreas concretas.
Especialmente me gustó el trabajo que desarrollan en el Servicio Madrileño Salud, presentado por Ana Miquel Gómez, responsable de la estrategia de atención a pacientes con enfermedades crónicas, en la búsqueda de evidencias frente al impacto de las TIC en la cronicidad. Empezó relacionando lo que supone para ella la palabra impacto: impacto son resultados, impactos son las evidencias de los resultados. Y se centró en
nivel de evidencia sobre algunos modelos de gestión y estrategias concretas de atención dirigidas al paciente crónico, desarrollado en el Servicio Madrileño de Madrid, incluso editan un boletín electrónico llamado
CRONI.net dirigido a los profesionales sanitarios con revisiones de la literatura científica de manera sistemática entorno a estos elementos. Destacó la revisión entorno a las TIC y las evidencias relacionadas con la cronicidad, destacando el número importante y creciente entorno a publicaciones científicas sobre el uso de las TIC, más allá de la Telemedicina, incluyendo múltiples herramientas, e incluso destacó revisiones sistemáticas relevantes. Y algo muy a destacar son las limitaciones (una es que no hay estudios de control, por ejemplo y entre otras) de esos estudios de evidencia del impacto de las TIC siendo realmente posibilidades o potencialidades para avanzar y desarrollar nuevas líneas de investigación en este campo. Ella concluye que en las evidencias entorno a las TIC para la atención a crónicos, se concluye que las TIC son efectivas, pero lo que hay es una necesidad de estudios más consistentes para demostrarlos y estudios de coste/eficiencia, para conocer el coste, incluso el hecho de hacer los datos disponibles genera un impacto beneficioso en la propia Salud. Todo un reto el alcanzarlo, como valoró. Y por último destacar las palabras del último ponente D. Enrique Palau Beato. Director de Estrategia en Salud de Atos Iberia, significativa por sus pocas dudas ante la necesidad de medir el impacto de las TIC en salud: “…nadie evalúa el impacto de la electricidad en nuestra casa: las TIC son necesarias como la luz en casa… los esfuerzos en evaluar las TIC deberían focalizarse en medir la eficiencia de los servicios que se ofrecen a los pacientes”
Al día siguiente nos esperaba una mañana/tarde de Taller; organizando cuatro talleres con la intención de terminar planteando ciertos indicadores necesarios para medir los efectos de las TIC en Salud: Primer Taller “
Los Efectos de las TIC en Proyectos de Telemedicina” coordinado por el Servicio Extremeño de Salud (D. Alberto Mateos) y T-Systems (D. Pablo Camba); Segundo Taller “Los efectos de las TIC en Salud en Gestión Digital del Consentimiento Informado” coordinado por el Departamento Tic Salut de Generalitat de Cataluña (D. Carlos Gallego) y Fujitsu (D. Juan Carlos Muria); Tercer Taller “
Los efectos de las TIC en Salud en Historia de Salud Electrónica Inteligente (HSEI)” coordinado por Servicio Andaluz de Salud (D. Francisco José Sánchez Laguna) y Accenture (D. Pablo Sánchez Cassinello); Cuarto Taller “
Los efectos de las TIC en Salud de la Imagen Clínica Digital” coordinado por Servicio Vasco de Salud (D. Martín Begoña) y Agfa Healthcare (D. Sergio Irayzoz) . Participé en el tercer taller sobre HSEI y desde el principio se generó y estimuló la participación, con el uso de la técnica de grupo nominal (TGN) para generar debate y obtener el consenso del grupo sobre el tema. Se centraron en los datos que se generan, la explotación de datos, el registro y la comunicación; junto a una pregunta inicial: ¿Cómo puede ayudar la HSE Inteligente a mitigar la variabilidad de la práctica clínica? En este enlace se puede descargar la presentación del Taller III (y también las presentaciones del Taller I y IV), donde se aprecia el trabajo realizado por los coordinadores, dinamizadores y participantes del Taller junto a las valoraciones alcanzadas.
Finalmente en las conclusiones de la Jornada y de los Talleres, nos comentaron que tras elaborar un documento de consenso, esperan que se publique en un monográfico de la Revista de la SEIS próximamente.
Decir que para mí fue una experiencia imprescindible (gracias a quien/es corresponda) como profesional sanitario, como persona interesada en las TIC en salud y como enfermera que aprende cada día del uso de la tecnología en salud para la mejora de la asistencia y el desarrollo profesional en beneficio del paciente conociendo más posibilidades para adecuar los procesos a la tecnología. Rellené además mi mochila con nuevos términos: Efecto tractor (y busqué información encontrando este artículo que habla precisamente del efecto tractor de la tecnología sobre el conjunto de la economía), o el concepto del retorno sobre la inversión (ROI) de las TIC para la salud. Como veis, todo muy interesante, para seguir profundizando sobre el tema.
Saludos a todos y sed felices.
Virginia Salinas.