Hace unos días, en la entrada dedicada a mi última visita a Portugal incluí un parrafo sobre las tasas introducidas en el SNS luso para disminuir la sobreutilización de los servicios sanitarios y algunas opiniones propias al respecto.
Lo cierto es que, como si me hubiesen escuchado, las dos trincheras del debate soterrado sobre el futuro de nuestro SNS han editado sendos documentos que ahondan los respectivos huecos pero no aportan puntos de consenso. Por último indicar que en el lugar donde se debe buscar el consenso que transmita a los ciudadanos que tiene un sistema de salud fuerte y con futuro y, por lo tanto, los aleje de engañosas tentaciones de seguros adicionales (verdadera cuestión de fondo); dicho consenso sigue estando lejos.
- Introducir un ticket moderador por visita en atención primaria y urgencias, para reducir la hiperfrecuentación o sobreuso del sistema.
- Asegurar que las dificultades económicas no retrasan la introducción sistemática de las nuevas prestaciones que supongan calidad de vida.
- Elaborar una comparativa de desempeño clínico, calidad de servicio y eficiencia de centros sanitarios a nivel nacional.
- Fomentar la autonomía de gestión para centros y profesionales, con un sistema de incentivos y una asunción de los riesgos asociados.
A esta exposición responde la FDASP con un documento en menos de 48 horas en el que se descalifica a los redactores del informe por estar evidentemente sesgados, por otra parte el análisis de situación hecho y por último las medidas propuestas.
La primera premisa la analizo más abajo; la segunda es contradictoria, diluir el aumento de gasto sanitario debido al envejecimiento de la población en un crecimiento de la misma (tenga el origen que tenga) es falaz. El porcentaje de mayores de 65% no es el dato, el dato es su número total pues no es lo mismo 3millones de >65a para 8000 camas (por poner números) que 4 millones para esas mismas camas y tanto da que la población total sean 45 ó 50 millones...
Se aduce que el segundo factor de incremento de costes es la introducción de nuevas tecnologías y medicamentos y se apela a la presión de la industria como culpable, eso es tanto como decir que los clínicos no sabemos qué necesitan los pacientes ni aplicamos el 'coste de oportunidad'. La presión de la industria existe; es un auténtico ejercito en ocasiones, pero no es menos cierto que quienes ponemos nuestras firmas somos los profesionales y que cuando se habla de procotolizar y actuar con rigor mucha gente tira la piedra y esconde (mejor dicho, la extiende por detrás) la mano. Es curioso en este caso el papel de los facultativos; supuestos trabajadores del sistema que, sin embargo, apelan una y otra vez a la "libertad clínica" en su práctica al tiempo que se afirman como "trabajadores en igualdad de condiciones" en temas de horarios, jornada laboral etc. yo suelo resumirlo como "la cara pragmática" en la cual si desde arriba se niega una tecnología o prestación se critica abierta y públicamente esta negativa, pero si se traslada la negación de la misma a los decisores no se toman decisiones fundamentadas únicamente en los aspectos clínicos sino que la presión (de los usuarios) toma un papel determinante.
Afirmar que "no hay ninguna evidencia de que el sistema sanitario español esté en riesgo" es MUY temerario. Afirmar que se pagan pocos impuestos para el servicio que se recibe y que existe mucho fraude fiscal tiene fundamento pero es un argumento que ya no llega a la población cuando la actividad económica y el paro señalan una crisis del sistema.
Englobar tickets moderadores de sobreutilización y copago es una argucia falaz, citar estudios y no poner sus referencias bibliográficas es como no poner nada. Lo que no se niega es que la sobreutilización existe aunque se diga que es "autoinducida"; yo no creo que si el 80% de urgencias hospitalarias son personas que acuden de 'motu propio' y, de estas, un 60% deberían haber acudido antes a los dispositivos de Atención primaria; se trate de ninguna 'autoinducción' y desde luego, SI que afecta a la atención que se dispensa. Puede que los dispositivos de AP no respondan a las espectativas de la población, pero aumentando las dimensiones de los servicios de urgencias sólo se obtiene un "efecto llamada". Yo leí hace tiempo que se había probado en algún área de Galicia a que a esas personas que acuden de motu própio y que, tras la atención, se comprueba que deberían haber acudido a las urgencias de AP (e incluso a su médico de cabecera esa misma tarde) NO SE LES ENTREGAN RECETAS FINANCIADAS. Esto vuelve a poner a los profesionales frente a sus responsabilidades con el sistema, ignoro los efectos de esta medida tanto como los de los tickets moderadores de Portugal.
Dice la FADSP usando un dibujo de 'El roto' que lo más importánte de un informe es saber quién nombro a los expertos...no le falta razón; tod@s tenemos intereses y ellos deberían responder a los suyos que son los de trabajadores del Sistema sanitario público con sueldos y posiciones específicas; decisores de gasto que no parecen muy dispuestos a asumir su parte de responsabilidad en el mismo. A que lo primero que se escucha es: "yo no voy a negar una ambulancia a un paisano que me grita mientras el director general tenga ese coche oficial"...escusas de mal profesional.
¿Y QUIEN PUEDE, ENTOCES, HACER UN ANÁLISIS IMPARCIAL DEL SNS?
Esa especie de arbitraje lo pueden hacer departamentos de economía aplicada, economía de la salud o de las facultades de administración pública; pero, finalmente, el último veredicto lo haremos los cidudadanos y, mucho me temo, no tomaremos la decisión pensando en la atención sanitaria que se nos dispensa, sino en otras cosas más prosáicas.