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Revisión de riesgo biológico en el límite del bien y del mal

Realizando el LVSQ
Actualmente no, pero hubo un tiempo en el que las muestras e incluso las carpetas de ciertos pacientes llevaban una marca... por suerte ahora a nadie se le escapa qué es el principio de precaución universal otra cosa es su aplicación.

En los sistemas complejos como lo es el sanitario la disponibilidad de la información necesaria en el momento adecuado choca en ocasiones con el derecho fundamental a la protección de la intimidad y el caso que vamos a exponer es un buen ejemplo.

Tras implantar en 2012 la versión local del listado de verificación de seguridad quirúrgica (LVSQ) como fruto de un proceso de adaptación del modelo de la OMS con la participación de los profesionales del área quirúrgica, iniciamos la evaluación de su empleo y con ella, y como parte del programa europeo PaSQ, las acciones de mejora.

Una de las acciones de mejora sugerida por los profesionales se encamina a asegurar la disponibilidad de material de protección adicional frente a riesgo biológico y a asegurar la puesta en marcha de los procesos adecuados tras cada intervención de este tipo.

Dicho material adicional consiste en equipos de protección individual (gafas especiales, guantes dobles, reforzados o con liquido antiviral...) pero también en el uso de ciertos elementos no reutilizables.

La recopilación de todos los elementos necesarios necesita tiempo y es por ello que se ha sugerido la inclusión de su verificación en la fase I del LVSQ.

La fórmula sugerida consiste en el texto:
"Comprobación del riesgo biológico y adopción de las medidas de protección necesarias" 
con un cuadro de verificación a marcar al realizar la comprobación.

El manual del LVSQ relata la justificación y la finalidad de dicha comprobación... pero tropieza (tropiezo) con el origen de dicha información... parece que la única solución es acceder a los informes de microbiología, pero si ha de realizarse esto con cada caso la versatilidad de la comprobación perdería su sentido sobre todo porque no se dispone de ese acceso informático a la entrada del quirófano además de estar limitada por categorías profesionales...

Así pues, dejo aquí el debate:

¿Es lícita esa comprobación?
¿cómo operativizarla sin violar el derecho a protección de la intimidad?
¿preguntarle al usuario sería la solución idonea?
¿cómo se lo tomarían?.

RESPUESTAS EN LA RED

Respuesta del profesor Juan Carlos Bellido Vallejo:
A mi modo de ver hay dos derechos que han de preservarse y que tienen que encontrar el punto de no agresión entre ellos.
Por una parte llevas mucha razón cuando planteas el derecho a la intimidad y a la protección de datos del paciente. Por otra, creo que el profesional también tiene derecho a saber en qué condiciones y bajo qué riesgos va a trabajar, no es de recibo que ante ciertas condiciones del paciente (VIH, Hepatitis C...) los profesionales estén al margen, sabemos que la presión asistencial impide en muchos casos hacer una lectura exhaustiva de las historias clínicas antes de una cirugía. Sí no hay algún dato/aviso, pueden pasar desapercibidas y el profesional tomar sólo medidas habituales/universales, cuando debería tomar medidas específicas/especiales, además de por él por otros y por la gestión de los residuos que se generan en la cirugía.
Debe establecerse un mecanismo de alarma/aviso para los profesionales, ante circunstancias particulares de posible transmisión de ciertas enfermedades, puedan tomar ciertas precauciones específicas. Todo ello preservando su derecho a la intimidad y a la protección de datos del paciente. Pero bajo ese paraguas no puede distraerse información de interés a los profesionales que van a participar en un determinado procedimiento.
























Respuesta de Mónica López Ventoso (@moni_ventoso) de Quironautas.

Por una parte, empatizando con el profesional, comprendo como ha llegado a tus manos esa reclamación de los profesionales, de conocer el estado infectocontagioso de los pacientes.
El sanitario quiere saber qué se trae entre manos, y a qué se expone, pero, cabría preguntarse ¿porqué?, pues la respuesta es sencilla, porque no quiere contagiarse, evidentemente. Sin embargo, si seguimos las medidas universales a la hora de manejar a pacientes, ¿nos contagiaríamos? , pues la respuesta es también sencilla, NO.
Lo que sucede es que el hecho de saber que un paciente es portador de una enfermedad contagiosa, hace que adoptemos medidas, que de otro modo no adoptaríamos (y que tire la primera piedra el que no lo haga así).
Guantes dobles o de refuerzo especial, gafas antisalpicaduras (en quirófano), batas reforzadas... etc.
Luego, el conocimiento del estado del paciente, provoca en el profesional la adopción de medidas, que si considera que el paciente está "limpio" no adoptaría... mal por nuestra parte.
Por otra parte, en quirófano si que es cierto que los pacientes infectocontagiosos se programan (si se conoce el dato claro) los últimos del parte, y suele pedirse a limpieza que realice una limpieza a fondo tras estas intervenciones... sigue chocando directamente con las medidas universales ya que, como muchas veces me han oído decir, "cuantos pacientes habrá que también sean infecciosos y no lo sepamos".

En relación a la calidad y seguridad de los pacientes:
El hecho de conocer ese estado del paciente ¿asegura una mayor calidad en la atención...? creo que no, la atención es la misma. ¿Asegura acaso una mayor seguridad para con el paciente? pues creo que tampoco, ya que no se adopta ninguna medida que aporte mas seguridad al paciente.
¿Se aporta una mayor seguridad al profesional? Si, ya que el conocimiento de ese dato hace que el profesional utilice de forma correcta los EPIs que por otro lado, siempre tiene a su disposición.

Por parte del paciente:
La intimidad del paciente esta perfectamente asegurada, ya que todos los datos obtenidos son manejados por personal sanitario que esta obligado a secreto profesional, y saber si alguien es VIH es como saber que tiene una hemoglobina de 10 o acude a urgencias por una ETS, no dejan de ser datos  de la historia clínica que deben tratarse por igual, es decir no deben trascender mas allá de los profesionales sanitarios que los tratan.

¿Es útil conocer el dato de una enfermedad contagiosa de un paciente?
Quizá ese sea el punto fuerte de este tema, si realmente, al final de todo, es útil, si evita que un profesional se pinche o se corte... tristemente creo que si, ya que la educación preventiva de los profesionales es muy precaria, desde tener que hacer campañas para algo tan obvio como lavarse las manos, hasta tener que insistir en que los uniformes verdes solo deben usarse dentro del recinto quirúrgico y no entrar y salir  con ellos... no tenemos sentido de seguridad en este aspecto, cogemos (y me incluyo) vías sin guantes porque vamos apurados, o porque no tenemos el mismo tacto, no usamos las gafas antisalpicaduras porque se empañan y molestan para trabajar, los fonendos solo estan limpios el día que se compran... y un millón de cosas mas.
Pero, ¿es el checklist el lugar idóneo para anotar que un paciente es infeccioso...?
Mi respuesta es tajante NO.

El listado de verificación no es el sitio para anotar esta patología del paciente, ya que no aporta seguridad ni calidad a las acciones para con el paciente, y podría relajar la atención para con aquellos que a priori estuviesen "limpios".

Tampoco se anota en el checklist si el respirador a pasado las pruebas de la mañana, o si el desfibrilador ha hecho el test diario, o si el carro de paradas está revisado y repuesto. Creo que verificar que todo el material de seguridad extra debe ser revisado en los términos que estime el supervisor de la unidad y anotarlo en donde proceda (libro de revisiones, cambio de turno...) y así asegurar que para cualquier intervención ese material está disponible.

Conocer que un paciente es Hep o VIH en la práctica (por mucha medida universal) debe seguir pudiéndose consultar, y poner en conocimiento de los profesionales que lo van a atender, ya que tristemente, y como ya dije antes, no hay cultura de seguridad, y si la adopción de estas medidas minimiza (al menos en estos casos) la posibilidad de un contagio por un pinchazo accidental por ejemplo... pues bienvenido sea.

2 comentarios:

  1. Hola Salva!

    Me cuesta mucho seguir la conversación en twitter, debe ser que estoy poco entrenado o mayor... jejeje...Pero además este tema creo que se merece una explicación, opinión que no cabe en 140 caracteres.

    Enhorabuena además por este planteamiento ya que este es un problema del día a día que choca con la teoría, la legalidad y además toca un par de cosas importantes sobre seguridad. Como siempre, sabes encender un buen debate...

    De inicio, a mí de inicio me recordó (Como apuntas al inicio) al famoso punto rojo, seguro que todos os acordáis de esa estrategia extraoficial, y que hoy en día no se ha erradicado del todo (Quizás ha cambiado la estrategia). Hoy mismo me advirtieron de que el paciente de dentro de unos días tiene no se qué enfermedad...

    En este tema veo tres puntos diferentes:

    1) Accesibilidad a los datos de la historia clínica. En este sentido, supongo que necesitamos tener acceso a todos los datos de la historia clínica del paciente para trabajar con él y su patología. Puede haber un problema del software, del sistema o de los protocolos de acceso que utiliza la organización. De todos modos respecto la esencia, que se refiere a la seguridad, no me parece relevante.

    2) Intimidad del paciente: Bien, para eso hay leyes, pero como @defensorenferme no hay normas absolutas si se trata de dar la mejor atención al paciente. La cuestión es saber si es realmente necesario y práctico.

    3) Seguridad: Y es que todo este debate que nos planteas surge de añadir un item en el listado de verificación de seguridad quirúrgica que no es otra cosa que una herramienta de seguridad de pacientes (Aunque se podría adaptar para la seguridad de profesionales también?). Y a este nivel me surgen varias inquietudes:

    a) ¿Si practicamos precauciones universales ante exposiciones parenterales, las practicamos igualmente con todo el mundo o tendremos más celo con pacientes que sabemos infectocontagiosos? ¿Si buscamos tener todo el material de protección preparado relamente necesitamos saber si el paciente es infectocontagioso?. ¿No será mejor filtrar el material en función del tipo de intervención y los riesgos de exposición que cada intervención quirúrgica tiene? Ah! y usarlo, porque uno de los grandes problemas de la seguridad en el trabajo es el malísimo uso de los EPIs (Para muestra el botón del uso de los guantes).

    b) Confirmar con microbiología el riesgo del paciente supone que con pacientes no diagnosticados podamos confiarnos, o bien se plantea hacer un test microbiológico completo prequirúrgico para evaluar a cada paciente, o creo que es preferible seguir precauciones universales. Preguntarle al paciente puede no ser una buena alternativa porque a veces no lo saben ellos mismos, o el stress puede confundirlos o incluso podrían mentirnos.

    c) ¿En qué fase del LVSQ se hace la comprobación?, ¿la hacemos con el paciente despierto, en la primera fase?

    Seguro que hay más cuestiones que podríamos valorar, pero de cara al riesgo biológico en una intervención quirúrgica también podríamos verificar si el lavado de manos ha sido correcto, si todo el equipo viste el equipo estéril (Homologado) de forma correcta, si hemos sido disciplinados con la técnica quirúrgica, las condiciones ambientales de la sala de operaciones (También microbiológicas,...)... Todo esto en aras de mayor seguridad del paciente (Más aun si es inmunodeprimido)

    En resumen, de las preguntas que planteas al final, a mí me falta "Si es práctico y útil realmente" (En definitiva, si es más seguro). Creo sinceramente que no, e incluso puede ser contraproducente, no tanto para la seguridad del paciente como para la del propio equipo quirúrgico. Por tanto yo tengo mis dudas sobre la idoneidad de este item en el listado.

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  2. Desde mi punto de vista, los profesionales debemos de disponer de herramientas que nos permitan conocer el estado de salud de las personas que cuidamos en todo momento. En mi caso, disponemos de una Historia Clíncia compartida, donde las enfermeras podemos acceder a toda la información del ciudadanos en cualquier momento del episodio asistencial, y eso ayuda mucho. Por otro lado, realizamos una consulta prequirúrgica, tras el paso del ciudadanos por anestesia y cirugía, y en ese momento, comprobamos muchas cosas que ayudan con la preparación prequirúrgica. Esta podría ser una más a tener en cuenta.

    Interesante debate.

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