Estas son historias inocentes como el día de hoy que nada tienen que ver con la realidad... o si.
Disculpad si se publican sin terminar, la narrativa no es lo mío.
Erase que se era una baja de enfermera.
Al principio se lo tomó con alegría. Hacía 3 años que habían dado el paso de formalizar años de relación y pasar de un régimen de 'gastos repartidos' a uno de 'gastos compartidos' (a él le gustaba decirlo así) viviendo bajo el mismo techo. Tras una semana con el estómago revuelto y un retraso de un mes se decidió a hacerse el test y fue positivo.
Tras la primera rotación completa la alegría dio paso al nerviosismo, las historias de tantas compañeras que debido a los cambios de horario, a una exposición a un paciente con tos o fiebre, a un esfuerzo en un momento de apuro en el que no se debe esperar hasta que llega "la brigada de empuje"... prendieron en su ánimo como una enredadera y taparon la luz de tanta alegría.
Solicitó la baja por "riesgo de embarazo" y, mientras alguien decidía en un despacho, ella siguió rodando por los pasillos de la unidad.
Una noche especialmente complicada debió ser el detonante; dos pacientes agitados requirieron toda su atención y saber hacer al tiempo que dos ingresos urgentes que había que "subir ya, que esto está muy mal" la dejaron sin un segundo para pensar qué sentía.
Como siempre en casa despertó a la 1 para hacer la compra y la comida; vio la mancha cuando fue al baño y se deslizó por la cuesta del pánico. Acudió a su médico de cabecera y a las 2 y cuarto avisó por teléfono de que estaba de baja y no haría esa noche; "ni ninguna más hasta el año que viene" pensó mientras colgaba furiosa porque le indicaban que debía entregar el parte de baja "inmediatamente" para que el tiempo le computase. Fue a casa y se acostó como le indicaron; los nervios agitaron su sueño y cuando él llegó, a las 4, ella aún tuvo valor de sonreír antes de explicarle la situación.
El reposo fue suficiente y cuando la inspección la llamó al cabo de tres meses su aspecto lozano de embarazada de 18 semanas la hizo pasar por el calvario de una reincorporación forzosa. Era ya Diciembre avanzado y no tuvo mucho que apelar, tras dos días inició la rotación que según su cartelera anual terminaba con la noche del día 27. Pensó que tenía suerte pues el 24 le tocaba mañana y el 25 tarde así que podrían estar tranquilos en nochebuena.
La segunda mañana estalló. Una compañera le dijo si le cambiaba la noche del 28 por la del 30 para ir de viaje... ella le dijo que esa noche no trabajaba, pero la otra insistió; "si trabajas, la tienes puesta de RJ". ¿RJ? En cuanto pudo preguntó: Recuperación de Jornada.
Desde el nuevo decreto sobre cómputos nacido de tras la epidemia de gripe que dejó a los hospitales 'a media asta' sólo computaban como trabajados los turnos de los trabajadores de baja desde la entrega del correspondiente parte en la empresa... y ella no entregó su parte 'antes' de la noche que le tocaba trabajar hace 3 meses por lo que le 'correspondía' recuperar dicha jornada.
Montó en cólera, llamó a diestro y siniestro, "pero si estaba en casa metida en la cama con pérdidas" decía una y otra vez... no valió de nada; tal vez, si cuando salió el decreto se hubiese... pero nadie se atrevió; la amenaza del 'estado de alarma' y la aplicación de medidas excepcionales que se hizo en aquella epidemia de gripe emulando otra situación anterior mantuvieron "el corral tranquilo".
La noche del 30 fue una noche tranquila en la planta de ginecología; únicamente el ruidillo regular de la bomba de infusión la distrajo del vértigo de su corazón acelerado por el tratamiento y de la persistente sensación de peso en el bajo abdomen debido a su útero contraído... pero esta vez había entregado su parte de baja 'en mano' a las 21:30.
La baja de la baja no es paja
Creyeron que era su día de suerte, tras semanas bajando por la cuesta de la incertidumbre, saltando por las subcontratas más absurdas la llamada la sorprendió en la cola de una oficina de subempleo. Llegó a firmar antes de que el encargado de confeccionar los turnos de trabajo supiese tan siquiera que se había contratado a alguien para cubrir la baja por embarazo 'de riesgo' concedida el día anterior. Era Noviembre y el frío ya se había instalado en las calles así que pronto empezaron a llegar los primeros pacientes con sintomatología respiratoria; algo nada raro dada la zona.
Fue un invierno muy duro; la tremenda epidemia de gripe africana diezmó no sólo a la población anciana sino también a quienes debían diagnosticarlos, tratarlos y cuidarlos. Pero a ellas su sueldo les resolvía tantos problemas que pasó por alto los turnos estajanovistas impuestos por la legislación de emergencia que siguió a la crisis del 28 de Diciembre; el día que murieron 200 ancianos en los servicios de urgencia por falta de personal que los atendiera pues también se encontraba enfermo, el día que el 40% de media de las plantillas del SNS estaba de baja por unos u otros motivos, el día que hizo 14 horas seguidas 'por necesidades del servicio'. Cuando un febril ministro de sanidad, flanqueado por el de defensa y el de interior pronunciaron los discursos de eliminación de las condiciones laborales del personal al servicio del SNS "hasta nuevo aviso" y su sustitución por las nuevas normas pensó que la situación se restablecería en 1 semana cuando la gente de baja por gripe se reincorporase... Lo que no pensaron en ningún momento es que le fuese pasar a ella durante ese período.
Faltó la tarde del maldito 31 de Diciembre, la tarde que 'atropellada' por la fiebre de 40º regó la casa de vómito y sudor a partes iguales hasta que la vuelta de su compañera para cenar la puso en camino de ser ella la asistida.... Pasó el fin de año tirada en una camilla de ambulatorio y luego fué a pasar año nuevo en su cama sin moverse por miedo a los terribles dolores musculares que la afectaban.
El día 2 se acercó a su médico de cabecera aún con fiebre y malestar para tramitar su parte de baja y lo llevó en mano a su unidad.... fué entonces cuando supo que ya no tenía trabajo; que su contrato se había rescindido automáticamente fruto de la interpretación de las normas que permitían suprimir aquellos contratos temporales que incumpliesen 'cualquiera de sus obligaciones'... intentó ser recibida por el servicio de personal pero su estado convaleciente provocó una estampida en la oficina... "oye, que tienes que usar mascarilla; que nos puedes contagiar"... aturullada por la rabia y la fiebre sólo preguntó si tenían la última nómina; si, le dijeron ya te hicimos también la liquidación para poderte pagar algo.
Anonadada comprobó que su 'delito' le costaba más que sus ingresos
Estudio doble ciego.
Aquella fue una tarde extraña en el Punto de Atención Continuada de Barajas, durante media hora fueron llegando uno tras otro varios pacientes con lo que parecía un estrés traumático, una crisis de ansiedad, un agotamiento psicológico que les afectaba físicamente...
¿Se trataba de un problema causado de modo externo; por ejemplo, por un virus en el sistema de acondicionamiento de aire en el lugar de trabajo o portado por alguno de los afectados? ¿Había una sobrecarga de trabajo en esa tarde de diciembre? Lo cierto es que aquellas personas presentaban un gran estado de ansiedad que no era el más adecuado para realizar cualquier tarea que requiriese concentración.
Quedaba pues el trámite de rellenar los correspondientes partes de I.T. pero... he aquí el problema; estas personas se encuentran bajo una legislación especial que obliga a que dichos partes se expidan en su centro de trabajo... así que todos los agentes uniformados debieron volver a las ruinas de la central de carga en la que 5 compañeros habían fallecido aquella mañana víctimas de un paquete-bomba hasta que un inspector los reconociese y les eximiese de semejante espectáculo de fragmentos de ropa y maletas entre los carriles retorcidos del portal de reconocimiento de cargas.
"Fueron aquellos excesos el origen de estas carencias" les pudo decir mientras les acompañaba a la puerta... aquel prejuzgar que una persona no sabe hacerse cargo de sus responsabilidades en la emisión de un documento oficial que certifica un diagnóstico y/o la necesidad de un tratamiento o intervención. Aquella imagen de la puerta grande por la que se colaba toda clase de desmanes y picaresca... Fueron aquellos pecadores los que consiguieron que pagasen estos justos.