Pago simbólico, factura sombra y coste de oportunidad.
Parece que la crisis ha activado a la reflexión a los grupos mediaticos participados o no y se han lanzado a la redacción, perdón, piscina.
En los últimos días han publicado artículos de fondo con algo de investigación periodistica y entrevistas a personas clave conocedoras de diversos aspectos del SNS aunque no me gusta el entorno apocaliptico del tema he de reconocer que el debate parece sincero y abierto.
El caso es que una de las recurrencias en artículos y entrevistas es el "pago simbólico" (alías copago B) método que ya comenté se puso en marcha en Portugal y que ha tenido que ser reformado. Parece que es la medida estrella de actuación sobre la demanda sin que esto responda de verdad a un análisis de dónde, cómo y cuando se generan esos picos de "demanda innecesaria" ni en definir y cuantificar a ese moustro de 1000 cabezas que es el "despilfarro".
El caso es que esto del pago simbólico enlaza con el absoluto desconocimiento del coste de servicios y productos que tienen, en general, los usuarios de la sanidad pública y con la falta de conexión entre la necesidad de esas atenciones y productos y el pago de impuestos/cuotas actuales y futuras para su sostenimiento (otro error es pensar que lo que se pagó en el pasado sirve para justificar cualquier gasto futuro). La factura sombra fue (y seguro que en algún sitio se sigue haciendo) empleada para transmitir al usuario la sensación de cuantificar económicamente lo que recibía del SNS; pero, creo erroneamente enfocada a hospitalizaciones.
En cambio, un método de mejora y coresponsabilidad que sí tiene que ver con las actitudes de los usuarios hacia lo que el SNS les oferta no se ve por ninguna parte. ¿a ningun@ os ha parecido fatal que un paciente no se presentase a una cita/prueba/intervención sin avisar ROBANDOLES a otros ciudadanos la oportunidad de ser atendidos en ese CARISIMO espacio de tiempo? No es exactamente la definición de coste de oportunidad (que es aquel de cada una de las elecciones clínicas que se realizan) pero me gusta llamarle así. Al caso, en Dinamarca SI cobran por esto. Usted tiene cita, no puede/quiere acudir y no la anula con la antelación que permita atender en ese hueco a otra persona: usted paga INTEGRO el coste de esa prestación que ha despilfarrado.
No sé si esta campaña tendrá que ver con cosas que se van a consensuar en el pacto sanitario para presentar como necesarias reformas que se han pactado 'in pectore' pero que nadie se atreve a proponer en voz alta.
En los últimos días han publicado artículos de fondo con algo de investigación periodistica y entrevistas a personas clave conocedoras de diversos aspectos del SNS aunque no me gusta el entorno apocaliptico del tema he de reconocer que el debate parece sincero y abierto.
El caso es que una de las recurrencias en artículos y entrevistas es el "pago simbólico" (alías copago B) método que ya comenté se puso en marcha en Portugal y que ha tenido que ser reformado. Parece que es la medida estrella de actuación sobre la demanda sin que esto responda de verdad a un análisis de dónde, cómo y cuando se generan esos picos de "demanda innecesaria" ni en definir y cuantificar a ese moustro de 1000 cabezas que es el "despilfarro".
El caso es que esto del pago simbólico enlaza con el absoluto desconocimiento del coste de servicios y productos que tienen, en general, los usuarios de la sanidad pública y con la falta de conexión entre la necesidad de esas atenciones y productos y el pago de impuestos/cuotas actuales y futuras para su sostenimiento (otro error es pensar que lo que se pagó en el pasado sirve para justificar cualquier gasto futuro). La factura sombra fue (y seguro que en algún sitio se sigue haciendo) empleada para transmitir al usuario la sensación de cuantificar económicamente lo que recibía del SNS; pero, creo erroneamente enfocada a hospitalizaciones.
En cambio, un método de mejora y coresponsabilidad que sí tiene que ver con las actitudes de los usuarios hacia lo que el SNS les oferta no se ve por ninguna parte. ¿a ningun@ os ha parecido fatal que un paciente no se presentase a una cita/prueba/intervención sin avisar ROBANDOLES a otros ciudadanos la oportunidad de ser atendidos en ese CARISIMO espacio de tiempo? No es exactamente la definición de coste de oportunidad (que es aquel de cada una de las elecciones clínicas que se realizan) pero me gusta llamarle así. Al caso, en Dinamarca SI cobran por esto. Usted tiene cita, no puede/quiere acudir y no la anula con la antelación que permita atender en ese hueco a otra persona: usted paga INTEGRO el coste de esa prestación que ha despilfarrado.
No sé si esta campaña tendrá que ver con cosas que se van a consensuar en el pacto sanitario para presentar como necesarias reformas que se han pactado 'in pectore' pero que nadie se atreve a proponer en voz alta.
2 comentarios:
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Lo de no acudir a una cita, aunque injustificable a veces tiene mil explicaciones....
ResponderEliminar¿has intentado llamar a las consultas externas o ambulatorio para quitar una cita alguna vez?
¿has conseguido hablar? Si la respuesta es afirmativa
¿qué te han dicho?
Lo que planteo en resumen es que antes de pensar en hacer pagar a quien acude a un centro para solicitar asistencia se plantee hacer pagar a quien solicita asistencia y luego no acude.
ResponderEliminarEvidentemente habrá mucha picaresca en esto, es parte de la cultura general.
Creo que con la aplicación de las TICs tanto para pedir cita como para recordarlas no será la posibilidad de avisar el principal problema.