Pese a lo indicado por la Wikipedia las suturas mecánicas (como solemos llarmas en nuestro quirófano) fueron inicialmente desarrolladas en la URSS y sus paises satelites. Aquellos primeros modelos requerían la carga manual de las grapas y un manejo muy cuidadoso lo que hacia que el momento del uso de aquellos artilugios fuese un "momento sagrado". Pese a ello el ahorro de tiempo en las técnicas tanto de corte como de anastomosis eran evidente y pronto las multinacionales occidentales se lanzaron sobre el desarrollo, lo patentaron y continuaron investigando en ellos logrando mayor seguridad, más facilidad de manejo y, con el cambio de materiales y la fabricación masiva, una considerable reducción de precios de modo que en la actualidad no se entendería la cirugía (sobre todo la Cirugía General y Digestiva) sin las múltiples variantes de las grapadoras quirúrgicas.
Pero lo cierto es que su uso cotidiano y rutinario las ha convertido en un riesgo debido, en parte, a la falta de vivencias propias respecto las alternativas posibles o, incluso, a los fallos potenciales.
El informe del ECRI dice: "Las grapadoras quirúrgicas facilitan los procedimientos quirúrgicos; pero, ocasionalmente pueden fallar. No son muchos los fallos que dañan al paciente, pero provocan prolongación del tiempo quirúrgico, daños tisulares serios e incluso muerte.
Los errores comunes con estos instrumentos son:
- Fallo en la colocación de las piezas en el tejido a grapar.
- Correlación incorrecta entre el espesor del tejido a grapar y la carga empleada
- Distribución irregular del tejido en la zona de grapado
- Cierre del instrumento sobre una pinza u otro instrumento cercano
- Fallo al dispara correctamente el dispositivo: p.ej. No apretar hasta el final el gatillo, traccionar con demasiada fuerza una vez realizado el disparo...
- Antes de utilizar una grapadora tener la seguridad de que los usuarios están familiarizados con cómo debe usarse y qué puede ir mal.
- Al inicio de la intervención (TIME OUT PLEASE¡¡¡) verificar que se dispone de la variedad correcta de cargas...si la selección inicial resultase inadecuada se puede conseguir la carga adecuada rápidamente.
- Debe prestarse atención al espesor del tejido a grapar aún en un mismo paciente puede variar (por ejemplo; el cabo distal de una intervención de Hartman que se va a reconstruir). Las grapadoras de "altura regulable" NO son una garantía, se debe seleccionar la carga a utilizar para cada disparo en función del grosor del tejido. Sobre esto citar el recurso -Using the wrong size surgical stapler cartridge can injure patients- del propio ECRI.
- Una vez cerrada la grapadora, pero antes de disparar realizar UNA PAUSA para verificar que las grapas tienen el tamaño apropiado y para permitir que los fluidos salgan de la zona de grapado; si existe gran resistencia al cierre o el grosor del tejido varía una vez cerrada la grapadora es necesario replantearse un cambio de tamaño (de la máquina y/o de la carga).
- Una vez realizado el grapado (o grapado-corte según la máquina en cuestión) se debe vigilar que exista una correcta hemostasia y cierre."
Dice también: "Hemos investigado incidentes en los cuales se han producido daños serios a los pacientes porque no se disponía de medios alternativos de cierre disponibles de modo inmediato o no se utilizaron"... esto último suena a...