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Dime cómo te organizas y te diré qué consigues

https://twitter.com/EnferEvidente/status/847477357107490817

Aunque creo que en la sanidad pública cada uno en su nivel tod@s somos un poco responsables de como funcionen las cosas y los resultados que obtiene la sociedad de nuestro trabajo lo cierto es que ha de haber personas que tengan en su trabajo una "etiqueta" de responsabilidad extra en la toma última de decisiones.

Pero para lo que quiero decir ese tuit no tiene sentido sin este otro:

https://twitter.com/EnferEvidente/status/847062404932534272

Porque ambos tienen respuesta en una frase de un buen amigo:

"Estructuras institucionales de hace 30 años no son capaces de dar soporte a las organizaciones actuales"

En algunos servicios de salud se ha intentado parcialmente que las "etiquetas" de responsabilidad extra aborden la actividad de las organizaciones dejando de mirar a quien las hace y mirando más a qué se quiere obtener y con qué recursos.

Este tipo de planteamiento suele levantar resquemores en un sector de mi profesión que entiende que "sin un coto no hay caza"... en realidad es un error ponerle límites a profesionales bien formados y con una visión tan transversal de lo que se hace en las complejas organizaciones sanitarias.

Claro que pasar a mirar a los procesos asistenciales, a la calidad de la organización, a los recursos que se necesitan requerirá algo más que un cambio normativo y de los procesos de selección pero es la única vía si se quiere, de verdad, profesionalizar la gestión y que cada quien llegue a donde verdaderamente su competencia le permita y sus resultados le avalen.

Debemos renunciar al ancla de "gestionar nuestra gente" o de lo contrario sólo tocando en falsete bajo el disfraz de otra titulación avanzarán el papel de la enfermería en la gestión del sistema y se conseguirá modificar la estructura organizativa de las instituciones para que deje de estar centrada en los profesionales y pase a estar centrada en los pacientes.

Las leyes y decretos de hace 30 o 40 años no contemplaban la tecnología y sus posibilidades o la asunción de más responsabilidad por parte de otras profesiones que no fueran la medicina... trantando de agarrarnos a su entramado sólo perpetuamos los problemas de los que, a diario, nos quejamos.

El parto será duro, lo he vivido otras veces porque se hizo a medias y con miedo.... a ver si "desta vai".

Agradezco la conversación generada a raiz del tuit tanto en twitter como en mi facebook (y en el de Z) pese a que por la redacción en 140 caracteres hubo alguna interpretación de lo dicho que no era la buscada...


Degenerando la cuestión de género

Alguno de los insignes tiene cierta fijación con la nomenclatura de la profesión y el género; siempre quise creer que se trataba de una cuestión de academicismo lingüistico fruto de su formación legalista pero veo que, en realidad, el transfondo es otro.

https://www.facebook.com/carlos.tardiocordon/posts/800499610102450

La profesión enfermera, la enfermería, es mayoritaria y contundentemente femenina lo es ahora tanto como el cuidar lo ha sido a lo largo de las épocas desde que el grupo de primates del que provenimos adquirió estructuras familiares y sociales.

Algun@s quieren ver en esa realidad una identidad de género que condiciona nuestra posición en las relaciones interprofesionales o frente a las instancias administrativas y de gobierno ignorando el conocido fenómeno de la "inversión de género" o "techo de cristal" por el que, a partir de cierto nivel de responsabilidad y poder, se "volatilizan" las proporciones de género.

https://www.facebook.com/carlos.tardiocordon/posts/800499610102450

Personalmente y sin buscar ninguna prueba que me apoye (si yo también) mi observación me dice que es una sociedad estructurada de forma machista la que provoca que, además del cuidado informal de l@s hij@s, de los dependientes y de los mayores (ver gráfico), las mujeres sean mayoritarias en el cuidado profesional... y científico.

Es esa estructuración ciertamente machista y toda esa tarea sobreañadida la que provoca el fenómeno descrito de la "inversión de género"... por desgracia como prueba puedo argumentar la reproducción del fenómeno en la profesión médica en la que ha visto como la proporción de género entre sus bases ha cambiado en los últimos 20 años sin que ese cambio llegue a sus puestos de poder y representación.

Puede que "acompañando" la cuestión de género esten algunos de los problemas de la enfermería como profesión (imagen profesional, falta de capacidad reactiva, "silencio" político) pero esto se debe a la estructuración de la sociedad en si y no al género de l@s profesionales, pero no todo está perdido ni hay que resignarse.

Porque pese a quien le pese cada vez mas enfermerAs se superan y siendo pareja, madre y cuidadora principal además son magníficas cuidadoras profesionales con una formación actualizada, centradas en las personas y que abrazan la investigación como oportunidad para mejorar su trabajo.

Así que igual habría que proponer una inciativa #EnfermeriaEnFemenino para que tanto en los planes formativos como en la legislación la profesión tenga una denominación acorde con su realidad aunque a buen seguro much@s se darán por conformes si de verdad se abordaran los problemas de la práctica profesional diaria, de la (falta de) estabilidad laboral y de la kafkiana forma de "conciliar" toda esa labor profesional con la "vida real".

#IQZero a la tercera va la vencida

http://infeccionquirurgicazero.es
Es bien triste pero es así; hasta los proyectos relativos a la seguridad del paciente se han visto afectados por el vacío que los resultados electorales de diciembre de 2015 y la falta de capacidad para llegar a un acuerdo de gobierno provocaron en las más altas instancias políticas.

Una buena prueba de ello es el proyecto Infección quirúrgica zero cuya historia podéis leer en su web y pese a que no hace mención alguna a la circunstancia política señalada ese vacío se nota perfectamente. Me es imposible saber si se trató de una falta de decisión desde el ministerio o de una falta de empuje desde las Comunidades autónomas sólo veo un triste ejemplo de falta de altura en los máximos decisores políticos.

El caso es que por fin arranca este proyecto en el que todos los integrantes del equipo profesional que participan del proceso quirúrgico tienen su papel y en el que la capacidad para explicar e implementar las evidencias conocidas será fundamental pues no son pocos los puntos controvertidos que se incluyen en el conjunto de medidas recomendadas tanto en la fondo como en la forma y aún son varios los que no se incluyen pero "pululan" en el discurso de tod@s.

La participación de los profesionales de los cuidados será clave de todos los puntos de atención del proceso y que su voz sea activa y bien fundamentada en los grupos multisiciplinares de discusión será sin duda uno de los factores de éxito del proyecto.

Uno de los puntos fuertes del proyecto es la revisión de evidencias en este caso realizada en base a las guías de práctica clínica enfocadas en la prevención de la infección quirúrgica y que incluyeran las tres fases (pre-intra y postoperatorio) usándose como comparador la GPC más reciente como comparador de referencia.

Se elaboró esta tabla de medidas con evidencias que las apoyan firmemente (verde), moderadamente (marrón) y evidencias que apoyan su no realización (rojo).


La web del proyecto contiene un apartado dedicado a la revisión de evidencias que tiene un gran interés tanto como fuente de artículos como por los comentarios que contiene agrupados tanto por cada recomendación de las incluídas en el proyecto como por aspectos generales.

Por último me gustaría destacar el apartado dedicado a la información para pacientes de la web del proyecto pese a que aún no goza de las aportaciones de los usuarios creo que está bien enfocada y tiene una buena realización.

Habreis notado que no he relatado las recomendaciones del proyecto y mucho menos me he pronunciado sobre las mismas y sobre las posibles ausencias de otras medidas... lo dejamos para una siguiente entrada.


La participación y sus fronteras


https://projectereset.cat/

Cuando hace un tiempo lei sobre el "Projecte Reset" entendí que se trata de uno de los motivos por los que, en su momento, di "un paso al frente": El derecho a participar en la actividad del colegio profesional. Ahora creo que conviene reflexionar sobre hasta donde puede llegar un proceso de este tipo.

Inicio esta reflexión recordando como un pequeño grupo se puede hacer con el control de una institución que debería velar por el buen desempeño de miles de profesionales en gran parte gracias a la desidia de muchos y también a maniobras mamporreras o mafiosas.

Así mismo he de decir que un pequeño grupo bien organizado y motivado puede crear tendencias o hastags de alto impacto mediático sin que por ello signifique que se consiga un compromiso de un número suficiente de individuos para cambiar algo.

En todo caso la participación activa de las personas que forman parte de un grupo o de una sociedad es más que recomendable pese a que en el caso de los asociados "por obligación" resulte una especie de oximorón conceptual.

Pero ¿puede la participación dar como resultado algo sino ilicito si contrario a los fundamentos de la propia organización? Es fácil imaginarse que una AMPA participe en las actividades de un centro escolar; lo que no debería permitirsele es que organizaran actividades sólo para ellos... como sesiones de bingo o talleres de calceta.

Pues en nuestra profesión no debe pasar que aprovechando banderas de cambio, democracia, participación y dignidad profesional algunos grupusculos se atrincheren en las instituciones para hacer de la enfermería lo que no es: por ejemplo participar en prácticas que van contra la educación sanitaria y la salud pública o dar cobijo de cualquier modo a prácticas sin fundamento científico.

Un colegio profesional de ciencias de la salud no puede, por mucho que "lo pidan" algunos colegiados fundar un "club de fumadores" como no debe fomentar las dietas de "comida rápida"... eso no es participación.

Veo participar como hacer piña y poner a trabajar la mente colectiva en proyectos comunes para el desarrollo y reconocimiento de la profesión por todo aquello que es capaz de hacer sin tener que sacar de la chistera crecepelo. También veo la participación como tener voz y voto a la hora de definir las posiciones del colegio en los asuntos generales, esos que algunos resuelven en un restaurante a nuestra costa y sin nuestra voz.

Innovando a palos

La semana pasada "a propósito de un caso" invité a jugar un poco con la imaginación...

La imagen de este objeto, que llegó a mis manos por puro azar, en seguida me hizo pensar en el empecinamiento de algunos en hacer pasar las simples "actualizaciones" como innovación y en la pérdida de valor que representa enfocar tiempo y conexiones neuronales en cuestiones que apenas aportan.

La poco profesional encuesta que realicé vía twitter sirvió para repasar las experiencias sobre la inventiva de las personas al enfrentar problemas con sus dispositivos así que además de las respuestas agradezco la interacción.

Carece de importancia que una gran mayoría de los profesionales acertara la respuesta "correcta" si puede ser interesante que apenas se requiriesen datos clínicos sobre las consecuencias de usar un dipositivo artesanal.

Tal vez si el mismo objeto hubiera sido "imprimido" en casa del paciente en cuestión (o de un familiar o un vecino) habría un TT al respecto.

Y es que eso de innovar viene de lejos y no siempre se ha de vincular a complejos desarrollos tecnológicos pese a lo cual los fondos destinados a proyectos de I+D+i suelen aplicar baremos que acaban conduciendo a "más de lo mismo".

Lo bueno es que los verdaderos innovadores ya saben que esas sendas les están vedadas y van por delante incluso buscando la financiación....

A algunos no se les pide ni el requisito formal del consentimiento y a otros se les atosiga con demostrar eficiencia y coste-efectividad antes de parir la idea... un 3000 obstáculos.

Pero ¿y en la asistencia pública? Pues he ahí el problema cuando los fondos son mucho menores que las ansias de notoriedad se crean barreras a las ideas en beneficio del escalafón... menos mal que en algunos sitios por lo menos formalmente en algunas organizaciones cada quien puede apoprtar sus ideas sin miedo a que se las roben.


Práctica basada en la evidencia aquí y ahora

https://goo.gl/forms/1jbsWH4IPaqE8qOr1

Tal y como había prometido y tratando de mantener una actitud coherente y crítica respecto a la mejora de los resultados que nuestra actividad profesional ofrece a la sociedad no me voy a dedicar únicamente a "fustigar" a quienes por activa o pasiva dan pávulo a actividades sin fundamento ninguno haciendo que los pacientes pierdan un tiempo precioso y el sistema unos recursos de los que no anda sobrado.

Esta vez mi mirada se centra (como ya lo he hecho en otras ocasiones) en que la que podríamos llamar "práctica oficial" en este caso en forma de los tan necesarios esfuerzos para implantar la PBE en nuestra realidad diaria encarnados en los más conocidos proyectos PBE como son los "proyectos zero" y los proyectos encabezados por INVESTEN en colaboración con otras instituciones nacionales o internacionales.

El cuestionario no os llevará más de 15' y tiene 3 partes:
La primera y siempre necesaria parte demográfica
La segunda parte que trata de medir la actitud frente a la práctica basada en la evidencia mediante una herramienta validada.
y La tercera de elaboración propia que para cada proyecto PBE trata de medir la impresión de quien responde frente a diversos aspectos como la tranparencia, rigor, actualización, participación institucional y aplicabilidad.

En principio mi intención es difundir el cuestionario durante 6 meses en varias oleadas "por tierra, mar y aire" (correo, redes sociales públicas y privadas).

Muchas gracias por vuestra participación y colaboración.

El enlace para difundir la encuesta es este https://goo.gl/forms/1jbsWH4IPaqE8qOr1